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Reportaje:

Adiós a una librería gay

Cierra la única librería homosexual de Valencia con la presentación de 'Hombres de mármol', de José Miguel G. Cortés

Ferran Bono

La librería El Cobertizo cerró ayer sus puertas tras siete años de andadura. Otra pequeña librería de Valencia que ha de echar el cerrojo por problemas económicos. Son muchos los casos a lo largo de los últimos años, frente al avance prácticamente inexorable de las grandes superficies. La diferencia entre El Cobertizo y otros establecimientos es que esta librería del barrio de El Carme era la única en Valencia especializada en literatura gay, lesbiana y de transgénero (lo que se conoce por las siglas GLTB).

"No da dinero y, claro, no genera beneficios", explica Joan Alberni, el librero y propietario de El Cobertizo. Hay varios factores que dan cuenta de la falta de público lector. Uno de ellos podría ser que el colectivo homosexual y lésbico valenciano prefiere no hacerse visible a diferencia de otras grandes ciudades como Madrid o Barcelona. Alberni duda y señala que quizá ha influido un poco. Pero no es el motivo principal del cierre. El librero afirma que la mayor dificultad es la competencia de las grandes superficies, con sus campañas de descuentos y sus grandes recursos, y del mal funcionamiento de la distribución; una competencia que afecta a todos y básicamente a las librerías más pequeñas y jóvenes. A ello se añade que los valencianos tienen un índice de lectura de libros por debajo de la media española que, a su vez, es muy inferior al de la media europea; una correlación de frases que funciona a modo de tópico, toda vez que las diferentes encuestas no hacen más que reafirmar la situación.

En cualquier caso, Alberni recuerda que otras librerías gay de Bilbao o Sevilla también han tenido que cerrar. Sólo funcionan los establecimientos de este tipo en Madrid (Barkala, también editorial, es un referente) y Barcelona, que han generado una serie de actividades en torno a ellos, además de ser librerías.

También El Cobertizo ha dinamizado la vida cultural valenciana, con la organización de numerosos actos y presentaciones de libros. Por ella han pasado Luís Antonio de Villena, Boris Izaguirre, Eduardo Mendicutti, Pierre et Gilles, entre muchos otros, como el escritor americano Tom Spanbauer. Fue una satisfacción especial para Alberni que este escritor estadounidense presentara su última novela La ciudad de los cazadores tímidos. De su anterior libro, El hombre que se enamoró de la luna, el librero tomo prestado el nombre de un personaje para su tienda.

También ayer se celebró el que fue el último acto de El Cobertizo. David Pérez, Giulia Colaizzi y Juan Vicente Aliaga presentaron el libro Hombres de mármol (editorial Egales), de José Miguel G. Cortés. Un libro que analiza los códigos de representación y estrategias de poder de la masculinidad. El autor, ex director del Espai d'Art Contemporani de Castelló, se aviene a resumir la idea central del libro: "La idea de masculinidad se ha construido para visualizar la adquisición de poder. La masculinidad personifica el poder fálico, el poder simbólico. Y se construye en contra de la feminidad, entendida ésta también como los aspectos considerados femeninos presentes en el hombre".

Cortés analiza las artes plásticas, el cine y otras expresiones y defiende que en cada "época histórica el poder se ha apoyado en la figura de la masculinidad, que define, al mismo tiempo, el tipo de sociedad". En la Revolución Francesa, por ejemplo, la dureza y la virilidad de los cuerpos que pinta David son representativos; en el mandato de Ronald Reagan, Rambo sería el epítome.

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Sobre la firma

Ferran Bono
Redactor de EL PAÍS en la Comunidad Valenciana. Con anterioridad, ha ejercido como jefe de sección de Cultura. Licenciado en Lengua Española y Filología Catalana por la Universitat de València y máster UAM-EL PAÍS, ha desarrollado la mayor parte de su trayectoria periodística en el campo de la cultura.

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