Arenas retoma la presidencia del PP con la orden a su partido de desterrar la "resignación"

Javier Arenas retomó ayer la presidencia del PP de Andalucía, 11 años después de hacerlo por primera vez, con un llamamiento a su partido, casi una orden, de desterrar la "resignación" tras las elecciones del 14 de marzo y acabar con los análisis de quienes piensan que el PSOE es imbatible en esta comunidad. "Quien piense que en Andalucía no se puede ganar no debe estar dentro del PP", dijo Arenas, quien fue reelegido presidente por aclamación de la Junta Directiva Regional del PP, el máximo órgano de dirección entre congresos. En su primer discurso, Arenas dictó un decálogo con las bases de la futura estrategia del PP andaluz. El delegado del Gobierno en funciones, Juan Ignacio Zoido, fue designado secretario general.

Era día de cambios en el PP y se notaba por la presencia de todos los dirigentes regionales y provinciales de este partido, incluso la de aquéllos que no son habituales en estas citas. La Junta Directiva fue presidida por el secretario general del PP, Mariano Rajoy, que elogió tanto a Arenas -"me hubiese gustado que se hubiese quedado conmigo en Madrid", afirmó- como a la presidenta saliente, Teófila Martínez -"te queda mucho por hacer", dijo de ella-.

La principal expectación era conocer el estado de ánimo y el discurso de Arenas, quien reencauza su trayectoria política en Andalucía después de haber estado ocho años en Madrid, un tiempo en el que ha estado en tres ministerios y ha sido número dos del PP.

El principal empeño de Arenas, que recibió los aplausos más calurosos, fue dar aliento a sus compañeros, envueltos en el pesimismo tras el derrumbe electoral del 14 de marzo, cuando el PP perdió nueve diputados y el PSOE recuperó la mayoría absoluta en la comunidad.

Tras dar agradecimientos por doquier y anunciar la "delegación" de su competencia como presidente del grupo parlamentario a Martínez, Arenas entró de lleno a dar las claves de su discurso, que dijo llevar escrito, en contra de lo que en él es costumbre, por la "importancia" del momento. El nuevo presidente del PP hizo llamamientos contra la "resignación", la "nostalgia" y el "autoflagelo". Y se puso de ejemplo de optimismo: "Ahora pienso todos los días en el momento en el que me voy a montar en la furgoneta para ganar las próximas elecciones".

"Análisis sereno"

Arenas instó a las estructuras de su partido, en cualquier rincón de Andalucía, a que en los dos próximos meses hagan un análisis "sereno" de lo ocurrido el 14 de marzo y que inmediatamente se pongan a trabajar.

Fijó Arenas los dos retos inmediatos de su partido en las elecciones europeas de junio y en las municipales de 2007. Y empezó a esbozar, a grandes rasgos, el decálogo que será "la base de la estrategia" del PP en la comunidad.

A modo de enunciado y en primer lugar señaló: "Andalucía es libre y de todos, no aceptamos que sea de un partido". En segundo lugar destacó, como ya hizo en 1993, que el PP tiene que "profundizar en el centro político". "No vamos a aceptar que seamos calificados de malos andaluces", añadió. La tercera base es "defender el compromiso de Andalucía en la España común". "No apoyaremos políticas seguidistas de separatismo en otras zonas de España", añadió. La cuarta, la "obligación de llegar al pleno empleo". La quinta es hacer que "el clima político en Andalucía sea más respirable". En este punto, Arenas preguntó al presidente de la Junta, Manuel Chaves, si va a mantener "su victimismo" frente al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.

La sexta base es la necesidad de "mejorar las estructuras territoriales". La séptima, "ensanchar la base social del PP", especialmente entre los "trabajadores por cuenta ajena". Aquí anunció que el PP va a hacer "política sindical", aunque "sin organizar un sindicato", y que su formación va a estar en constante contacto con colegios profesionales, sindicatos, empresarios... El octavo pilar serán las infraestructuras, especialmente el cumplimiento del Plan Hidrológico Nacional. El noveno, la lucha contra el terrorismo. Y la décima y última, "saber administrar bien los tiempos", ya que quedan cuatro años para las elecciones autonómicas y tres para las municipales, y diseñar "una nueva estrategia de comunicación".

En el último punto, Arenas se explayó y recogió el discurso de Teófila Martínez de que el PP no compite en igualdad de condiciones con el PSOE. "O encontramos un sistema para relacionarnos directamente con los ciudadanos o esto no tiene arreglo", dijo Arenas, que añadió que todo esto quedará reflejado en un "documento estratégico" que tendrá como fecha de referencia el año 2008.

Finalizó su intervención Arenas con tres advertencias al PSOE de cuestiones que, dijo, no va a "consentir". La primera, que se "le olviden" sus compromisos electorales. La segunda, que la Junta pase de la "confrontación al felpudo" en sus relaciones con el Gobierno central. Y la última, que se "margine" a los alcaldes del PP.