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Crítica:JAZZ | Diana Krall
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

La Venus rubia

Si alguno de los que vio el otro día en directo a Norah Jones se quejó de frialdad, para el concierto de esta Venus canadiense y rubia debió haber venido con un plumífero, porque lo cierto es que Diana Krall, otra de las voces de moda, no llegó a calentarse en el primero de sus conciertos en un mismo día en Madrid -para prensa, ya que horas después repetía en el mismo escenario para público de pago- hasta el sexto tema de los ocho que interpretó en vivo, siete de ellos pertenecientes a su último disco, The girl in the other room.

Tras un instrumental de arranque, Krall, ataviada con una casaca negra con solapa roja y tacones de aguja, dedicó esta corta actuación a homenajear a los compositores de los temas de su último disco: Joni Mitchell, de quien hizo un correcto Black crow; Tom Waits, autor de Temptation; Chris Smither, creador de la bluesera Love me like a man -con la que cerró el concierto-, y, por supuesto, al amigo -como se refirió a él- y marido Elvis Costello, a quien pidió prestado Almost blue.

Diana Krall

Diana Krall (voz y piano), Peter Erskine (batería), Christian McBride (contrabajo) y Anthony Wilson (guitarra). Calle 54. Madrid, 31 de marzo.

Fue, sin embargo, Abandonated masquerade, tema compuesto también por Costello, la canción que marcó el cenit en esta corta actuación vespertina.

Krall, que si se la compara con los originales negros sale evidentemente perdiendo, sí demostró que tiene swing de sobra para perderse con gusto por los caminos del jazz, aunque quizá necesite más tiempo de calentamiento y más ambiente nocturno para sacar fuera todas sus posibilidades como vocalista, ya que al piano sí lució a lo largo de toda la velada.

Habrá que esperar a septiembre, cuando vuelva a visitar España, esta vez para dar conciertos completos.

Entonces, quizá, podrá disfrutarse del todo de la personal manera de entender el jazz que tiene esta intérprete y compositora que, poco a poco, va alejándose de los temas estándar del género para escoger un modo de expresión personal basándose en temas escritos hoy. Temas, por ejemplo, como los de su marido, Elvis Costello, el perfecto complemento a su indudable talento.

Diana Krall, durante su actuación anoche en Calle 54.
Diana Krall, durante su actuación anoche en Calle 54.GORKA LEJARCEGI

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