Increíblemente modernos
Ni una sola entrada en taquilla y público de varias generaciones agolpado a la puerta de la sala presagiaban, al menos, algo interesante con respecto a la visita a España de este grupo histórico de los años sesenta, capitaneado por uno de los personajes más extraños y enigmáticos de la historia del rock: Arthur Lee. Éste, como ya hizo hace algunos meses sobre el mismo escenario, no defraudó y ofreció una extraordinaria interpretación de un repertorio que, pese a tener más de tres décadas encima, sonaba fresco e increíblemente moderno para ser interpretado en la era de la electrónica y el hip hop.
Rock'n'roll tocado con lirismo, psicodelia pura, música de guitarras Rickenbaker, melodías irresistibles... Podría decirse que ni una sola canción de las interpretadas a lo largo de la hora y media de actuación fue mediocre. La mayor parte de ellas procedían de Forever changes, álbum emblemático del grupo y que ha propiciado su vuelta. En cuanto al mítico solista, su estado de forma a punto de cumplir 60 años es antológico, su forma de cantar magistral, su modo de moverse en escena envidiable. Gloria bendita de concierto, vaya, para los amantes del mejor rock y esperanza de que el público madrileño no ha perdido el gusto tras años de ramplonería impuesta.
Love
Arthur Lee (voz, guitarra, armónica y percusión), Mike Randle y Rusty Squeezebox (guitarra y coros), David Daddy O'Green (batería) y Dave Chapple (bajo). Sala Arena. Madrid, 29 de marzo.