La Primera se independiza de la Segunda para la comercialización de la Liga
Los clubes aprueban los nuevos estatutos y crean una Comisión Delegada como órgano de gobierno
Los clubes de la Primera División se independizaron ayer de los de la Segunda a efectos, entre otros, de la comercialización de la Liga, del reparto de los ingresos quinielísticos o de la negociación de los derechos televisivos. Además, equilibraron su número de votos. Éstas son algunas de las consecuencias de la aprobación, en asamblea, de los nuevos estatutos de la Liga Profesional de Fútbol, el primer paso para dar un vuelco a su funcionamiento y gestión. Para ello se crea también una Comisión Delegada a modo y manera de consejo de administración empresarial.
La aprobación de los nuevos estatutos recibió el respaldo de 41 de los 42 clubes. La UD Las Palmas, de Segunda, no asistió a la asamblea ni delegó su voto, lo que sí hicieron los también ausentes Celta y Espanyol, de Primera, y Algeciras, de Segunda.
- Equilibrio de votos entre los 'primeras' y los 'segundas'. La ampliación de la Segunda a 22 equipos en el curso 1995-96 originó una ventaja de sus clubes respecto a los de la Primera en su capacidad de decisión. La Primera, a la hora de adoptar un acuerdo sobre asuntos comunes, sólo contaba con 20 votos, el número de sus conjuntos, mientras que la Segunda totalizaba 22. Con la nueva normativa, los votos de cada club de Primera se computarán a razón de 1,1. De esta forma, se producirá la igualdad a 22.
- Las negociaciones, por separado. Los nuevos estatutos permitirán además a los clubes de Primera caminar por una senda distinta a los de Segunda en diferentes campos. Por ejemplo, podrán negociar los contratos sobre los derechos televisivos al margen de los de Segunda, los cuales amenazaron precisamente en la pretemporada pasada con un plante ante la falta de un acuerdo. Los clubes de Primera también podrán explotar comercialmente la Liga por separado, así como aprobar su calendario competicional y los horarios de sus partidos. Asimismo, asumen los criterios en relación con el reparto de los ingresos que obtengan, entre ellos los provenientes de las apuestas de la quiniela y de otros posibles juegos.
- Una Comisión Delegada como cualquier consejo de administración. La Liga funcionaba hasta ahora a través de varios comités consultivos. Los nuevos estatutos sustituyen esta fórmula por una única Comisión Delegada como su órgano de gobierno y administración, a imagen y semejanza de los consejos de administración de las empresas en general. Estará formada por el presidente de la Liga y 14 clubes, siete de Primera y otros tantos de Segunda. Entre ellos, cada categoría elegirá un vicepresidente, el primero y el segundo, respectivamente, cargos que ahora ostentan los presidentes de la Real Sociedad, José Luis Astiazarán, y del Salamanca, Juan José Hidalgo, y que mantendrán hasta el final de sus mandatos, la próxima campaña.
El punto de mira de este cambio es la reducción del poder de decisión del presidente, aunque el puesto, ahora ocupado por Pedro Tomás, seguirá siendo remunerado. El salario anual es de unos 270.000 euros, más una cantidad variable en función de los ingresos de patrocinio de la competición. También el secretario general, ahora Carlos del Campo, verá reducidas sus funciones y ya no ejercerá como jefe de personal.
Al mismo tiempo, los nuevos estatutos eliminarán los cargos de relaciones externas y de administrador general. Con la desaparición de este último, los clubes se desembarazan del principal control que la Liga ejercía sobre ellos: el económico.
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