IU abre una "nueva etapa de unidad" al designar a Concha Caballero portavoz en el Parlamento

La diputada del sector crítico de Izquierda Unida Concha Caballero será la portavoz del grupo parlamentario, mientras que su predecesor en el cargo, Antonio Romero, tendrá un puesto en la Mesa de la Cámara, como secretario segundo, según acordaron ayer por unanimidad los seis miembros del grupo, bajo la tutela del coordinador de la coalición, Diego Valderas. Éste explicó que con el acuerdo IU pretende abrir una "nueva etapa de unidad, cohesión y renovación", tras ocho años en el que la organización ha estado dividida entre oficialistas y críticos.

El nombramiento de Concha Caballero como portavoz del grupo de Izquierda Unida en el Parlamento andaluz tiene una lectura interna de primera magnitud, más allá del mero reparto de funciones. Tanto Diego Valderas como la propia Caballero se refirieron con insistencia al significado del gesto en la conferencia de prensa posterior a la reunión del flamante grupo: es la escenificación de una nueva etapa de unidad y renovación, después de las fuertes convulsiones internas que ha padecido la organización en las últimas dos legislaturas.

El acuerdo contenta a todos. El oficialista Antonio Romero, anterior portavoz y coordinador de IU entre 1996 y 2000, estará en la Mesa de la Cámara como secretario segundo; Pedro Vaquero, también de este sector y coordinador provincial de Granada, será el viceportavoz; y el secretario de Organización del PCA y diputado por Córdoba José María Mariscal, secretario del grupo. Los únicos que se quedan sin cargos orgánicos son José Cabrero, parlamentario por Jaén, e Ignacio García, coordinador de Cádiz.

Diego Valderas reconoció que ha sido necesaria una "propuesta global", en referencia a la compensación de funciones del sector oficialista, para llegar al consenso. No en vano, Vaquero y Romero ya tienen asignadas sus áreas de trabajo: el primero se ocupará de presupuestos, economía, hacienda y trabajo; y el segundo, de desarrollo estatutario.

Según Valderas, con la estructura del grupo parlamentario se cumple el compromiso que suscribió el Consejo Andaluz, máximo órgano entre asambleas, en su reunión del pasado viernes. El consejo asumió una fuerte autocrítica por los resultados que ha cosechado IU el 14-M y también en comicios anteriores, así como el objetivo de renovar y cambiar de manera "profunda" para intentar volver a ser alternativa política.

Según fuentes de la dirección, Valderas se ha negado esta vez a utilizar la mayoría del sector oficialista para imponer una decisión en el Parlamento y dejar al margen a Concha Caballero por ser el principal referente de la corriente crítica. Lejos de cerrar las heridas de la coalición, una medida contraria hubiera profundizado aún más en ellas, como ocurrió en la sexta legislatura. En aquella ocasión los oficialistas forzaron el nombramiento de Romero, pese a haber sido el candidato a la Junta con el que IU perdió siete escaños y la mitad de votos, y a que Caballero venía ejerciendo la portavocía en funciones durante un año y tenía más experiencia.

Aunque ahora se ha producido la misma situación que en 2000 -Valderas no ha logrado su escaño y estará fuera de la Cámara-, la gravedad de los resultados electores y el aprendizaje fruto de la vivencia de cuatro años de guerrillas internas permanentes han desembocado en una solución de consenso.

Concha Caballero dijo ayer que su formación está en una nueva fase, que se inició con la 14º asamblea de diciembre. "Cada uno piensa de una manera y habrá debate de ideas, pero conducido por otras claves; vamos a trabajar como fieras por nuestra recuperación electoral", comentó. Diego Valderas, por su parte, señaló que la existencia de corrientes en IU está en los estatutos de la organización, y que la unidad del discurso y la lealdad no está reñida con este tipo de estructura.

El coordinador tiene previsto constituir la nueva ejecutiva de IU, pendiente desde la 14ª asamblea, la semana próxima.