Un campus a la intemperie

A Lorena Soler, estudiante de Derecho del campus de Tarongers le robaron el radicassete del coche y no lo denunció. "Si me hubieran robado la documentación hubiera dado parte, pero preferí no perder el tiempo", sentencia. Situaciones como ésta, sustracciones, robos, e intimidaciones a los estudiantes, se vienen produciendo en el campus de Tarongers. En lo que va de año se han registrado catorce hechos de este tipo, según los partes recogidos en la unidad de gestión del campus. La titularidad del campus es compartida: la Universitat es propietaria de los edificios, pero no tiene competencias sobre las calles, ni en los espacios intermedios, de titularidad municipal. El decano de Economía, Enrique Villarreal, y el delegado de estudiantes, Joan Enric Úbeda, tienen la impresión que "el campus no es más inseguro que el resto de la ciudad" y señalan que "se producen los mismos incidentes que se registran en una zona donde se produce una gran concentración". Los dos campus tienen la misma capacidad que el estadio de Mestalla, unas 55.000 plazas. Villarreal añade que en muchas ocasiones los afectados piensan que la universidad debe responder de los incidentes acaecidos en el campus, pero los guardias de seguridad sólo pueden actuar dentro de los edificios. El decano de campus de Tarongers, Ernest García, argumenta que "le faltan datos para determinar si los sucesos producidos son superiores a los de otras zonas". Todos recomiendan comunicar estos hechos a la universidad y denunciarlos para que las autoridades estén al corriente. El decano de la facultad de Derecho, Carlos Alfonso, dice "sentirse desarmado" si los afectados no utilizan la doble vía para que la universidad pueda actuar. Además añade que en su facultad también han aparecido pegatinas de grupos de ultraderecha.

Por otra parte, como el campus no está vallado y se encuentra a las afueras son habituales los botellones de fin de semana.

Así las cosas, diversas fuentes universitarias aseguran que la situación ha mejorado en las últimas semanas debido a los contactos de responsables universitarios con la Comisaría del Marítimo y a la detención de una persona responsable de 23 robos a estudiantes.