Jesús Manzano asegura que llegó a pincharse hasta 15 veces al día

"Si se castigara al director y al médico se acabaría con el dopaje", recogía ayer el diario As en la cuarta entrega de las revelaciones de Jesús Manzano acerca del dopaje en el deporte de la bicicleta. De esta manera, el ex corredor de Kelme, formación excluida del Tour "por la capa de sospecha en torno al equipo" en palabras del director de la ronda gala, Jean-Marie Leblanc, cargó contra quienes considera los verdaderos artífices del dopaje de más de un compañero de pelotón. "Ya veríamos como esto se acababa (...)", declara Manzano. "El médico y el director acababan acojonados [si los sancionados fuesen ellos y no los ciclistas]".

Precisamente, José Luis Montoya, un vecino de Manzano, involucró al médico, Eufemiano Fuentes, al asegurar en Antena 3 que tiene recetas firmadas por él. Fuentes había dicho al Diario Vasco que "si Manzano hizo esas cosas sería a escondidas del equipo".

Manzano reitera que el abuso que los responsables médicos hicieron de los corticoides está detrás de su machacada rodilla izquierda, de la que cinco años antes tuvo que operarse -sufría una condropatía rotuliana- pero que desde entonces nunca le había dado problemas. "Se utilizó cortisona para mi lesión de rodilla. Día sí, día no, día sí, día también, día sí, día no, casi todos los días me estaban infiltrando", asevera, antes de apuntar que "un corredor que está bien no creo que tenga que estar infiltrándose toda una Vuelta a España".

Dolores e hinchazón

Manzano desvela además que le plantearon que su novia, Marina, se sometiera a un tratamiento de EPO para luego utilizar su sangre en una transfusión, a lo que el corredor se negó. Otro de sus apuntes es que, al día siguiente de una extracción de sangre -"en meterte un litro de sangre tardas más de media hora, pero en sacártelo muy poco", cuenta-, no podía entrenarse o hacer cualquier esfuerzo.

Aparte de las sensaciones que por regla general tuvo en cada transfusión -"se nota presión en la cabeza, dolores en varias partes del cuerpo, hinchazón y pesadez", precisa-, Manzano afirma que tras parar "15 días antes de la gran carrera se extraen dos bolsas de medio litro y luego se suele dejar pasar el control previo de una gran vuelta por etapas", aunque en su caso en la última ronda gala no se hizo así.

Otra de las confidencias más contundentes son las referencias a los múltiples pinchazos que los ciclistas se practican para aplicarse los fármacos que no pueden ser ingeridos. Manzano indica que los ciclistas se pueden pinchar de 10 a 15 veces al día y que, además de en las nalgas, lo hacen en las manos, los codos y las piernas; por eso, algunos ciclistas llevan manguitos para tapar las señales de los pinchazos o los moratones. "Hay días en los que tú te mides el hematocrito cuatro veces: nada más levantarte, otra después de entrenar, otra a media tarde y otra por la noche (...). Hay que controlarlo, porque se conoce que ha habido 14 muertes".