Bennett fulmina a Estudiantes

El Real Madrid presentó ayer su candidatura para volver a ser "el primer equipo de Madrid", como reza el lema más socorrido de la afición estudiantil, tras lograr una victoria agónica gracias a la dirección en la recta final del encuentro del base estadounidense Elmer Bennett.

Hasta los cinco últimos minutos del choque, el equipo blanco siempre fue a remolque de un Estudiantes que en su última visita al pabellón Raimundo Saporta la temporada pasada humilló a los locales con un aplastante 59-84. Pero entonces no estaba Bennett. Y tampoco su fiel escudero, el croata nacionalizado alemán Mario Stojic, quien con dos triples consecutivos igualó el marcador (70-70) e hizo que todo lo ocurrido en los 35 minutos previos no sirviese para nada.

El equipo colegial había mandado en el partido desde el salto inicial gracias a su sorprendente superioridad en el rebote y al acierto desde la línea de los tres puntos de Loncar. El yerno de Radomir Antic, que como él formó parte años atrás de la disciplina blanca, amargó el primer tiempo a los locales con cuatro triples en otros tantos intentos, acompañados por una canasta de dos puntos.

Los catorce tantos de Loncar, bien asistido por Brewer y Felipe Reyes, ambos con ocho puntos, dieron al Estudiantes una ventaja máxima de nueve puntos, reducida hasta el 40-45 con el que se llegó al descanso merced a tres triples de Mumbrú y al siempre efectivo trabajo bajo los aros del letón Kaspars Kambala.

Bennett sólo daba señales de vida en forma de asistencias -hasta nueve repartió en los primeros veinte minutos- porque el estadounidense se marchó al descanso sin haber anotado y, lo que es peor para su equipo, sin haber mirado prácticamente a canasta, con cuatro tiros errados.

Además, entre Herreros y el griego Fotsis sólo sumaban nueve puntos, y el Estudiantes había cogido 20 rebotes por 13 del Real Madrid.

El entrenador blanco, Julio Lamas, intentó parar la sangría bajo los aros dando entrada en el tercer cuarto a Antonio Bueno, y el experimento le dio resultado. El canterano dominó ambos tableros con coraje y contribuyó con seis puntos en este periodo, pero los problemas con las faltas personales de Bennett y Kambala, sentados los cinco últimos minutos de este cuarto, impidieron que el Madrid recortase diferencias.

Si las personales agobiaban a los blancos, la línea de tiros libres supuso la tumba del Estudiantes y en particular de Felipe Reyes, quien con un paupérrimo cero de cinco permitió que los locales afrontasen los últimos diez minutos sólo seis puntos por debajo. Lamas se la jugó poniendo en pista a Kambala, con cuatro faltas personales, y el letón le respondió tomando el relevo a Bueno en el rebote y encestando seis puntos sin fallo.

Sin embargo, el gran protagonista del tramo final fue Bennett, autor de siete decisivos puntos cuando el partido estaba en el alero, entre otros un triple a falta de tres minutos que ponía a su equipo por delante en el marcador por primera vez desde los primeros compases del choque (77-74). A partir de ese momento, el estadounidense dio toda una lección de control de juego frente a unos rivales a los que les quemaba el balón en las manos y que terminaron perdiendo por la máxima diferencia lograda a favor del Madrid en todo el encuentro.

Al menos, a Estudiantes le queda el consuelo de seguir por delante del Madrid en la clasificación, aunque sólo con un triunfo de ventaja, y de tener en sus manos la posibilidad de una rápida revancha: este martes, en el Palacio de Vista Alegre, los dos equipos dirimirán el primer asalto de las semifinales de la Copa ULEB.