"La audiencia está harta de monopatines y hamburguesas"

Daniel Guzmán (Madrid, 1971) se ha convertido en uno de los actores habituales en las series de televisión. Después de ser el hijo mayor de El Fary en Menudo es mi padre y participar en Policías, se ha ido a vivir a la comunidad de vecinos más alocada de la televisión actual en Aquí no hay quien viva. Pero, además de intervenir en películas como Eso, de Fernando Colomo; Éxtasis, dirigida por Mariano Barroso; Rewind, primer trabajo de Nicolás Muñoz, y El sueño del caimán, realizada por Beto Gómez, Daniel Guzmán ha visto este año cumplido uno de sus sus sueños: dirigir un cortometraje. Y por los resultados no lo hace mal, ya que su primer corto, Sueños, ha sido galardonado con un merecido Goya. Ahora vuelve con la segunda temporada de Aquí no hay quien viva.

Pregunta. ¿Cómo afronta esta nueva andadura de la serie?

Respuesta. Con mucha ilusión porque paso por un buen momento tanto profesional como personal. Afronto esta nueva etapa de la manera más sencilla, pero quizá la más difícil, venir a disfrutar con el trabajo.

P. ¿Esperaba que esta serie se convirtiera en uno de los buques insignia de Antena 3?

R. Cuando leí los guiones sabía que esta serie iba a funcionar porque eran inteligentes y con un humor y unos personajes que al espectador le podían llegar. Si se acierta en el reparto y se tienen buenas historias, es difícil que salga mal.

P. Ahora cambian de día de emisión, pasan del domingo al miércoles. ¿Le gusta esta nueva ubicación en la parrilla?

R. Es una decisión arriesgada, pero, como decía mi abuela, si las cosas van bien para qué tocarlas. Si el domingo ya tenemos un público fiel, pues a lo mejor no es la mejor idea, es un riesgo innecesario. Yo hubiera seguido con los domingos, porque la audiencia es muy cómoda y no la puedes estar mareando.

P. ¿Cómo ha visto este aumento de la ficción española?

R. La audiencia y los profesionales nos hemos dado cuenta de que demandamos nuestras propias historias y estamos hartos de monopatines, hamburguesas y de la gorra para atrás. Funciona nuestra identidad y nuestra cultura.

P. Después de ganar el Goya, ¿cuáles son sus preferencias, la interpretación o la dirección?

R. Básicamente tengo una inquietud, contar historias, bien como actor o como director. Me siento un narrador de mis experiencias y no creo que tenga que dejar una cosa para dedicarme a otra. También es verdad que después del Goya, aunque la gente me ha dicho que tengo que aprovechar el momento, el premio me ha puesto los pies en el suelo y he decidido tomarme las cosas con más calma.

P. Como profesional de la televisión, ¿qué opina del tratamiento que TVE ha dado al 11-M?

R. Lo que opinaron todos los que votamos el domingo: que así no se puede seguir. Duele que manejen así a la opinión pública, y la gente se ha cabreado con toda la razón porque nos han tomado por gilipollas. Al PP, la mayoría absoluta se le ha atragantado y este cambió lo vivo con mucho optimismo.