Culto para los vivos, no para los muertos

"Este es un acto religioso pensado para los familiares y supervivientes del atentado, no para los que murieron". Así se expresaban ayer los representantes de la Iglesia evangélica o protestante antes de que se iniciar un singular acto en recuerdo de los fallecidos el 11 de marzo. Entre las víctimas mortales figuran nueve seguidores de esta religión, todos ellos extranjeros, y otros 15 heridos rumanos, pero los organizadores insistieron en que eso no tenía importancia.

"El terrorismo no ha pedido pasaporte ni permiso de residencia y ha afectado por igual a gentes de 14 nacionalidades", aseguró el pastor Enrique Montenegro durante una de las lecturas bíblicas. También explicaron sus vivencias y sus reflexiones religiosas varias personas que acudieron a Ifema a ayudar a los heridos, entre ellos Ambrosio A. García, del Ejército de Salvación.

Máximo García Ruiz, secretario ejecutivo del Consejo Evangélico de Madrid, fue el encargado de realizar la "reflexión", el equivalente a la homilía en una ceremonia cristiana. "No queremos seguir regando las calles de sangre, sino construir un país en el que quepan todas los hombres y mujeres de buena voluntad", afirmó. Antes había defendido "el respeto a las instituciones y a la libre circulación de las ideas", y la necesidad de fomentar "la solidaridad y la no violencia".

El escenario elegido para el acto religioso fue el Auditorio Betel, un equipamiento situado en pleno corazón del barrio de Carabanchel que acoge el culto de las iglesias evangélicas y que tiene su origen en una asociación que trabaja en la rehabilitación de toxicómanos. La oración por la paz la dirigió Ester Ruiz, una de las pastoras protestantes que acudieron al acto desde varias ciudades españolas, coincidiendo con la celebración en el mismo auditorio la Tercera Conferencia de Servicios Religiosos Protestantes.

"La unidad vence al terror", asegura un versículo de San Juan que ayer aparecía junto a un lazo negro en las dos enormes pantallas instaladas para seguir el acto.Posiblemente por ese y otros motivos, Mariano Blázquez Burgo, secretario ejecutivo de la Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España, reclamó ayer que el funeral de Estado que se celebrará este miércoles en recuerdo de las víctimas sea civil y tenga en cuenta a las diferentes confesiones religiosas.