_
_
_
_
_
OPINIÓN DEL LECTOR
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Hay que seguir

Mi querida Cibeles: qué tristeza que un horrible atentado hiciera que por unas horas la muerte pusiera Madrid patas arriba, y qué pena que el nombre de nuestra ciudad haya recorrido vertiginosamente el mundo por un suceso tan trágico.

El 11 de marzo quedará colgado en el tiempo junto a otras fechas históricas, tanto por la matanza como por la grandeza de los comportamientos que se sucedieron. Y también quedará enmarcado el día después.

Ese día en el que salimos masivamente a las calles gentes de toda clase, situación y condición, bajo una lluvia que insistía en mezclarse con las lágrimas y que perforaba almas y huesos porque, a decir de alguien, era la forma que tenía el cielo de acompañarnos en el sentimiento. Un sentimiento de desgarrado dolor por las víctimas, unido al de un rotundo plantarle cara a la barbarie.

¿Por qué ponzoña, por qué parámetros se rige el mundo que agigantan de este modo el odio y los fanatismos hasta estallar en terror? Qué pregunta más simple ¿verdad? Qué compleja debe de ser su respuesta.

Pero hay que seguir, Cibeles. Sólo tú puedes permitirte tu estoicismo pétreo. Los demás, los simples mortales, hemos de continuar al compás de los tempos que entonan los relojes en el día a día. Como hizo el sol la jornada de las elecciones en que brilló para todos. Será en homenaje a los muertos que en algún lugar ya sonríen dulce y apaciblemente. Será para apoyar a las víctimas a quienes ha estrujado la fortuna. Es, amiga mía, una necesidad para los que estamos vivos, que así podremos ahuyentar temores y ese silencio de luto que nos ha impregnado. Y es, en fin, un imperativo para que España pueda soñar y emprender caminos de entendimiento en todas las direcciones, sin por ello quedar como veletas a merced del viento, y sin que se diluya nuestra autenticidad como pueblo.

En eso parece empeñarse al menos, sin desfallecer y con inflexible tesón, desde el "kilómetro cero", el reloj de la Puerta del Sol, con los madrileños.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_