Muchos avisos y faenas interminables
Muy largo y soso fue el primer festejo de la temporada venteña. Tarde de avisos y faenas pasadas de rosca. Tenía que haber comenzado el domingo anterior, día de elecciones generales, como estaba programado, pero ese día hubo luto por las víctimas del 11 de marzo. Al finalizar el paseíllo se guardó un minuto de silencio en su recuerdo.
Ninguno de los novillos de Antonio San Román hizo una pelea que recordara la casta brava, aunque el tercero derribara al picador. El sexto además intentó por dos veces saltar la barrera, síntoma de mansedumbre superlativa.
Jesuli de Torrecera toreó con ajuste y limpieza de capa en su primero, verónicas templadas de saludo que le fueron reconocidas. Pero la faena de muleta resultó fría, depegada, y le faltó reunión, fibra. En el cuarto siguió por la misma senda, camino de alguna parte que él sabrá.
San Román / Jesuli, Vázquez, Solís
Novillos de Antonio San Román, desigualmente presentados, mansos, juego irregular, 4º sobrero e Félix Hernández, manso.Jesuli de Torrecera: silencio; aviso y silencio. Luis Miguel Vázquez: aviso y saludos; ovación. Javier Solís: dos avisos y silencio; aviso y silencio. Plaza de Las Ventas, 19 de marzo, un cuarto de entrada.
Luis Miguel Vázquez recibió a sus dos novillos a porta gayola y a los dos les tomó el pulso, a base de quietud, de dejar la muleta por delante, de entrega y aceptables maneras, que siempre son bien recibidas. Dos meritorias labores a tener en cuenta. Javier Solís, en su encastado primero, se fue centrando conforme avanzaba la faena de muleta y despuntó muletazos templados. En el sexto no cuajó faena suficiente por citar al hilo del pitón y no estar cruzado cuanto debía. Aunque consiguió naturales y redondos templados y de buen calado.
Babelia
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