La ley del calor
Las temperaturas de Sepang, cercanas a los 50 grados, obligan a las escuderías a mejorar la refrigeración aunque pierdan aerodinámica
Nadie sabe con certeza si el Gran Premio de Malaisia de fórmula 1 se disputará mañana (8.00, Tele 5 y TV-3) en seco o con lluvia. Pero hay algo contra lo que todas las escuderías se han prevenido: el calor. Los primeros entrenamientos del viernes se corrieron bajo unas temperaturas de pista que rondaban los 50 grados centígrados y las temperaturas sólo van a descender si, tal como señalan las previsiones, acaba lloviendo.
En cualquier caso, las escuderías han tomado sus medidas para lograr un equilibrio entre la mayor refrigeración del motor que necesitan los coches y la pérdida de penetración aerodinámica que eso supone. Pat Symonds, director de ingeniería de Renault, habló la semana pasada de un concepto ya implantado en la F-1 que se denomina "eficiencia termal". "El problema que se suscita cuando las temperaturas son tan altas es que el motor necesita más refrigeración para mantener una combustión correcta", indicó Symonds. "Incluso un motor avanzado como el de un F-1 puede tener unas pérdidas de eficacia del 30% si trabaja en malas condiciones".
La cuestión principal que se plantea en Malaisia es conseguir una fuerte entrada de aire hacia el radiador, muy superior a la normal, y después una expulsión más rápida del aire recalentado. Las temperaturas de la pista obligan a presurizar el agua por encima de los 3,75 bares y conseguir así que el punto de ebullición se coloque en 120 grados y no en los 100 habituales. Esta medida permite sobrevivir con algo menos de aire circulando por los radiadores. Sin embargo, el fluido debe ser constante porque aunque un bólido vaya a 300 kilómetros por hora, el aire llega al radiador sólo a 30 o 35 kilómetros por hora.
"Hay que ajustar mucho el balance entre la refrigeración y la aerodinámica, porque cuanto más aire conduces hacia los radiadores, más pérdida de eficiencia tienes en la aerodinámica: cada cinco grados de aumento en la temperatura del agua se le roba al motor un caballo de potencia", afirma Symonds. "La diferencia entre el mínimo y el máximo de refrigeración puede reducir la eficacia motriz el 5%, lo que supone 0,4 segundos de media de penalización por vuelta".
El R24, coche con el que compite Fernando Alonso, tiene hasta 13 posibles configuraciones de entrada y salida de aire de los radiadores. Todos estos esquemas han sido estudiados minuciosamente en el túnel de viento para optimizar la aerodinámica. "Sin embargo, está claro que la penalización que puede suponer para la aerodinámica bajar 10 grados las temperaturas del coche es el 80% menor ahora que hace sólo cuatro años", concluye Symonds.
Alonso, octavo
La carrera de Sepang supone un reto para todo el mundo. Y este año más aún, tras el descalabro sufrido en la carrera inicial del campeonato por dos de los equipos aspirantes al título: McLaren Mercedes y BMW Williams. El finlandés Kimi Raikkonen (McLaren) logró ayer el mejor tiempo de la jornada, en la segunda sesión de entrenamientos (1m 34,395s), y fue el único que superó al Ferrari de Michael Schumacher (1m 34,437s en la primera sesión). Fue una jornada positiva también para el alemán Ralf Schumacher (Williams), Rubens Barrichello (Ferrari), Anthony Davidson (Bar Honda) y Mark Webber (Jaguar), que se movieron entre los mejores tiempos.
No tanto para Fernando Alonso (Renault), que, como suele ocurrir los viernes, se mostró cauto y no pasó del octavo mejor tiempo (1m 35,300s), por detrás incluso de su compañero Jarno Trulli (1m 35,115s). "Mañana [hoy para el lector] hay que apostar fuerte por la crono", indicó el asturiano, de 22 años, que hace un año, en Sepang, se convirtió en el piloto más joven de la historia de la F-1 en lograr una pole position y en ascender al podio, tras concluir en tercera posición.
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