El gobernador de Oaxaca sale ileso de un atentado
La camioneta conducida por José Murat, el polémico gobernador de Oaxaca, fue tiroteada ayer con fusiles de asalto, pero el funcionario resultó ileso. Los ocho agresores efectuaron cerca de 30 disparos y varios impactaron en el parabrisas y carrocería del vehículo. El gobernador ingresó en un hospital, aunque con un ataque de nervios y magulladuras al perder el control del vehículo que chocó contra un obstáculo. Oaxaca es un Estado donde permanecen activos grupúsculos guerrilleros de extrema izquierda, narcotraficantes y litigios por la tenencia de tierras.
Los hechos ocurrieron cerca de las ocho de la mañana, hora local (seis horas más en la España peninsular), cuando Murat, que había salido de su domicilio, se dirigía hacia un desayuno de trabajo, en un hotel de la capital. En el coche viajaba también su jefe de seguridad, que sufrió traumatismo craneoencefálico, un guardaespaldas y el jefe de gabinete, alcanzado por dos balazos que le causaron heridas leves en antebrazo y muslo.
El portavoz del Gobierno de Oaxaca, Carlos Velasco, subrayó que Murat había recibido nueve amenazas de muerte porque "tocó muchos intereses en el Estado". "No se descarta ninguna línea de investigación", dijo. El gobernador, miembro del Partido Revolucionario Institucional (PRI), administra Oaxaca desde 1998, y su autoritario estilo ha sido frecuentemente criticado por la oposición.
El próximo primero de agosto se elige nuevo gobernador y Congreso local y, previsiblemente, la oposición del conservador Partido de Acción Nacional (PAN), al que pertenece el presidente de México, Vicente Fox, y del Partido de la Revolución Democrática (PRD) acudirán a las urnas coaligados para tratar de derrotar al PRI. Oaxaca, capital del empobrecido Estado del mismo nombre, está situada a 460 kilómetros de Ciudad de México.
Diputados federales de todos los partidos políticos condenaron el atentado y reconocieron que esta situación tiende a enrarecer aún más el clima político en el país. El presidente de la mesa Directiva de la Cámara baja, Juan de Dios Castro Lozano, dijo que la violencia sobra en un país donde debe imperar el Estado de derecho.
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