LOLI FUENTES FERNÁNDEZ / Carta de su hermana Belén
Loli tenía 29 años, trabajaba como administrativa en una empresa financiera y cuatro años antes se dedicaba a cuidar enfermos a domicilio.
Su hermana Belén, cuatro años menor que Loli, ha escrito una carta describiendo a la hermana: "Loli siempre estaba sonriendo. Sé que todas estas palabras pueden sonar a tópicos, pero llame a sus amigos y comprobará cómo coinciden. Cuando la enterramos, alguien de su trabajo dijo: 'Loli siempre sonriendo".
"Mi hermana no se quejaba como solemos hacer todos por dificultades banales de la vida, ella vivía intensa y serenamente la felicidad de las pequeñas cosas, el placer de estar con los amigos, de coger un niño en brazos o de estar con la familia. Hemos sido muy afortunados por tenerla 29 años con nosotros".
"No quiero que esta carta sea triste. Mi hermana nos ha enseñado mucho a todos, y es que hay que vivir y ser feliz con el detalle más ínfimo y no comerse la cabeza por cosas que no tienen importancia. No creo que no esté ya entre nosotros, y es porque está y siempre estará. Hay que sonreír y ser feliz como lo hizo ella hasta el último momento porque nunca sabemos qué puede ocurrir el día de mañana. Bella en todos los sentidos. Hace unos días me dijo lo mucho que quería a su novio, que ya llevaban tres años juntos, pero que le quería cada vez más".
Susana Tejedor, hermana del novio de Loli, explica: "Loli era tan dulce que estaba cambiando completamente a mi hermano. Lo hacía mejor persona".
Óscar Tejedor, el novio: "Por naturaleza soy un burro y a veces hablo muy mal. Ella me daba pescozones para corregirme. Tenía una sonrisa tan dulce... A veces creo que todo esto no es verdad, no puede ser verdad".
Tras contactar este periódico con seis de sus amigos, y hablar con cada uno por separado, todos coincidieron en resaltar la sonrisa de Loli.-
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