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Reportaje:FÚTBOL | 103ª final de la Copa del Rey

"Cuestioné la plantilla en junio"

Queiroz y los jugadores delMadrid lamentan haber atacado tres torneos con poco banquillo

Diego Torres

La derrota del Madrid en Montjuïc (3-2) en la final de la Copa contra el Zaragoza dejó a sus jugadores planchados. Ojerosos, doloridos, quisquillosos, acudieron a duras penas ayer a recuperarse del desgaste físico. Arrepentidos por unanimidad de haber empeñado tanta energía en un trofeo que les puede pasar una factura imposible de pagar en los partidos que quedan, diez de la Liga y cinco de la Liga de Campeones suponiendo que alcancen la final. Al terminar la sesión de baño, uno de ellos no pudo reprimir las lágrimas. "Quería dedicarle la Copa a esa gente que está sufriendo", dijo, secándose con los dedos, en recuerdo de las víctimas del atentado terrorista de la semana pasada.

El técnico considera a Guti insustituible al ser el único centrocampista completo
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El entrenador del Madrid, Carlos Queiroz, insinuó mucho con sólo negarse a responder a la pregunta del millón: ¿Por qué sólo hizo un cambio en 120 minutos de partido? "Ya cuestioné la plantilla en junio y en diciembre. Ahora no voy a cuestionar nada", dijo.

El mundo del cuerpo técnico del Madrid -fisioterapeutas, médicos y entrenadores- y el mundo de la directiva -los que proyectan- están separados más de la cuenta. Los técnicos denuncian una plantilla "corta", de 12 o 13 jugadores útiles, y los ejecutivos responden que para completarla están los canteranos. La desconfianza es mutua y la final de la Copa sólo la puso de manifiesto. Cuando alguien con poder ejecutivo en las oficinas del club dice que a Queiroz "le faltan reflejos" para resolver problemas inmediatos, desde la caseta se responde que el Zaragoza, "con Galletti y Juanele", tiene más banquillo y, por tanto, más recursos para solucionar situaciones en un partido.

Los casos de Beckham y Guti tienen miga. Queiroz considera que Guti es insustituible porque es el único centrocampista del equipo con condiciones completas. El único capaz de jugar por detrás de la línea del balón y con capacidad de organizador. Por eso no le quitó a pesar de que Guti se dirigió al banquillo dando muestras de gran irritación y descontrol emocional en la segunda parte, cuando las continuas pérdidas de la pelota lo sacaron de quicio. Queiroz tampoco le adelantó porque, de haberlo hecho, habría perdido una salida del balón desde atrás de la que no podía privarse: "Habría sido solucionar un problema para crear otro".

El caso de Beckham es de cierto patetismo. Los técnicos piensan que Beckham es un "solista" metido en la difícil tarea de transformarse en "maestro" de orquesta porque en su puesto juega Figo. De momento, no ven en Beckham pase interior, ni la visión del juego del medio centro, ni talento defensivo -"como Makelele"-. Traslada mucho la pelota y eso facilita la reorganización del rival. Si por algo vale mucho es por su juego en largo y a balón parado. Sin embargo, cuando Ronaldo no está en el campo, los pases largos se hacen imposibles porque no hay receptores. Eso ocurrió el miércoles. Si Queiroz no lo quitó fue porque suponía mandar una señal de debilidad. Mantenerle fue una medida "psicológica".

"Con uno menos, el Zaragoza se sintió con más derecho a perder", comentó Queiroz, "y el Madrid más obligado a ganar. Eso nos hizo perder la calma y buscar pases interiores con demasiada frecuencia, trasladar mucho el balón y buscar la jugada individual contra una defensa de dos líneas que nos tiró el fuera de juego. A veces, en el fútbol, el camino más directo no es el más rápido".

Si el camino culminaba en Raúl, lo cierto es que el capitán se quedó sin rematar ni una sola vez. Se fue al vestuario en blanco después de 120 minutos. Fuentes del vestuario aseguran que estaba físicamente muy bajo, con los tobillos morados. "Raúl lleva quince días sin entrenarse bien", argumentó Queiroz; "no ganar la Copa es el precio que pagamos por haber tenido la mala suerte de perder a Raúl y Ronaldo en el mismo momento".

La mayoría de los jugadores apoyan a Queiroz. Uno de los más veteranos se preguntaba: "¿A quién pone si no hay recambios? Contra el Zaragoza [en la Liga] probó con tres canteranos y fue un desastre". Ayer, la plantilla estaba indignada. Lo veía todo negro. "Habría sido mejor que nos hubiera eliminado el Leganés", repetían los madridistas, lastimeros.

Y se quejaron más. Algunos dijeron sentirse humillados porque en el vuelo de regreso desde Barcelona hubo gente cercana a la directiva, dentro de la propia expedición, que, además de mostrarse muy distante, habló de varios en términos peyorativos.

Helguera, Beckham y Raúl se lamentan tras la derrota frente al Zaragoza.
Helguera, Beckham y Raúl se lamentan tras la derrota frente al Zaragoza.VICENS GIMÉNEZ

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Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

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