Los críticos de IU creen que la dimisión de Valderas no conduce a nada y apuestan por una "refundación"
En Izquierda Unida sólo se oye la palabra cambio, adjetivada con más o menos intensidad según el desencanto del interlocutor tras los pobres resultados electorales en el Parlamento andaluz y el desplome en el Congreso de los Diputados. Cambio profundo, cambio tranquilo, cambio radical. ¿Pero qué hay que cambiar y cómo hacerlo? De momento, críticos y oficialista de Andalucía no tienen pensado reabrir la crisis que les ha separado en los últimos ochos años.
La posición mayoritaria de la corriente crítica, que se reunirá el día 21 en Carmona para analizar la situación, es que pedir la dimisión del coordinador y candidato, Diego Valderas -como ha hecho la CUT de Juan Manuel Sánchez Gordillo-, no conduce a nada, ni es una solución. "Lo único que se conseguiría es enrocar las posiciones y no constribuiría a despejar el debate político", señaló un dirigente de este sector, quien admitió que la organización no puede estar en estado de conflicto permanente.
La idea de los críticos es seguir proponiendo una refundación, como han hecho en las últimas asambleas, pero con traquilidad, y con el propósito de evitar la "pelea entre dirigentes que no sienten las bases". Para que esto sea posible, sostienen, la dirección debe hacer también un esfuerzo y renunciar a demonizar a los discrepantes o lanzar mensajes ambiguos.
Este sector espera gestos de Valderas y su nueva ejecutiva -aún sin constituir tras la 14ª asamblea de diciembre- que inviten a la unidad. En ese sentido, será determinante la designación del nuevo portavoz del grupo parlamentario, una vez que Valderas, a quien en condiciones normales le correspondería este puesto, no volverá a estar en la Cámara al quedarse a 600 votos escasos de lograr su escaño por Huelva.
En la legislatura pasada, Valderas respaldó para el cargo a Antonio Romero, pese a que acababa de ser el cartel electoral del fracaso más fastuoso de IU en toda su historia, con la pérdida de la mitad de votos y escaños. El empeño de los oficialistas de bloquear a Concha Caballero -entonces líder del sector crítico, que había sido la portavoz tras la marcha de Luis carlos Rejón- fue durante los cuatros siguiente una de las fuentes continua de los conflictos internos.
El Consejo Andaluz, máximo órgano entre asambleas, se reunirá el día 26 para dar respuesta a todas estas incógnitas. La elección del nuevo portavoz dará la medida del grando cohesión interna de IU.
El respaldo a Valderas de los críticos, con los matices comentados, no se extiende al coordinador federal, Gaspar Llamazares, a quien acusan de ir por libre y tomar decisiones en solitario. Le reprochan especialmente haber enjuiciado públicamente los resultados electorales de las generales (donde se ha pasado de 9 a 5 escaños, con las pérdida de los diputados de Andalucía) sin consultar con otros dirigentes. "No se puede decir que estás tan contento cuando te has derrumbado", apunta un dirigente de este sector.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.