Los PC fijos aceleran sus prestaciones

Los ordenadores de sobremesa más recientes consiguen mayores prestaciones sin un incremento significativo del precio. La mejora no proviene sólo de la mayor velocidad del procesador sino de la incorporación del grabador de DVD en la mayoría de configuraciones, memoria de 512 MB como mínimo y disco duro de gran capacidad (160 GB), aparte de tarjeta gráfica con 256 MB de memoria y lector de tarjetas de memoria y sistemas de conexión USB rápidas en la parte frontal. Todo ello por 1.000 euros, con IVA y sistema operativo incluido, aunque sin monitor.

Las configuraciones usuales de gama alta de principios de 2002 llevaban procesador a 1,7 o 1,8 GHz, disco de 40 GB, lector de DVD (sin grabadora de CD, que era opcional) y memoria de 128 MB, a un precio que rondaba los 1.500 euros. Por 1.000 euros el ordenador de sobremesa típico de hace un año incluía Pentium 4 a 2,4 GHz, lector de DVD y grabadora de CD, disco de 60 GB, memoria de 256 MB y tarjeta gráfica con 64 MB. Así, en menos de dos años, los componentes esenciales del ordenador de sobremesa han duplicado o incluso cuadruplicado su capacidad y el precio medio ha bajado ligeramente. Por mucho que se anuncie su muerte, el PC de sobremesa tiene más vigor que nunca y ofrece la mejor relación entre precio y prestaciones.

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