La 'novena' de Raúl

A Raúl, que siempre tuvo suerte para la grandeza, la Copa se le ha resistido en nueve ediciones consecutivas. No es que la Copa sea un torneo extremadamente atractivo para los jugadores, pero para Raúl, que ya suma tres Champions y cuatro Ligas, poco a poco se va convirtiendo en una obsesión. Él, que es un coleccionista de marcas, de registros, como dicen los ingleses, de vajillas de plata, no la tiene. No la ha levantado y se codea con jugadores que ya la cuentan en su palmarés, como Figo (2) y Ronaldo (1), logradas en su etapa en el Barça. Raúl quiere ser recordado como un futbolista inalcanzable. Quiere entrar en la historia por sumar más goles que nadie y por ser el capitán del Madrid que ganó más títulos en una sola temporada. Nunca, ni con Di Stéfano, desde 1956, año de la primera Copa de Europa, el Madrid ha ganado Copa, Liga y Copa de Europa. La ambición por lo insólito pasa hoy por Montjuïc.

Raúl llega a la final con los dos tobillos afectados por sendos esguinces. El izquierdo está en la fase final de su curación, casi perfecto, desde que se lo torció jugando contra el Celta en la Liga. El derecho lo lleva marcado con los tacos de un defensa del Bayern y hasta ayer le impidió tocar el balón con sus compañeros y hacer un entrenamiento normal. Su mala racha física coincide con una temporada que no se inscribe entre sus mejores. Ha marcado 15 goles, nueve en la Liga, uno en la Champions y cinco en la Copa, pero ha rematado menos a puerta que de ordinario y la presencia de Ronaldo en la punta del ataque lo ha desplazado a un segundo plano a la hora de dar el último toque a las jugadas. En el último pase, el centro del campo madridista busca a Ronaldo casi como en un gesto reflejo. Hoy, el brasileño no estará ni, sin él, gran parte del poder definidor del Madrid. Para constatar este hecho bastan los números de la Liga, la competición que mide con más fiabilidad la regularidad: Raúl marcó su último gol, contra el Murcia, el 3 de enero. Desde entonces Ronaldo ha metido ocho goles.

"Si tengo que señalar a un jugador que cambia todos mis planteamientos, señalo a Ronaldo", dice el técnico del Zaragoza, Víctor Muñoz. Pero hoy, en Montjuïc, Ronaldo estará en la grada, recuperándose de su lesión muscular, y Raúl ocupará su sitio. En un momento en que el equipo le necesita, después de un triste empate ante el propio Zaragoza en el Bernabéu (1-1), en el día de la primera gran final de la temporada y con Ronaldo fuera de combate, Raúl se sentirá a gusto ajustándose el brazalete. Mucho más cuando la Copa es un asunto que le pesa casi tanto como un tema personal. Es el primero de los tres peldaños que llevarán a inscribir su nombre en la historia. Como dijo ayer en el periódico portugués A Bola: "Estando en el Madrid y con un equipo como éste, el objetivo que perseguimos es ganar los tres torneos sabiendo que nunca se ha conseguido".

Hoy, Raúl intentará rematar su noveno intento de asaltar la Copa. Llegó a los octavos de final en 1995, repitió los octavos en 1996, cayó en la cuarta ronda en 1997, se volvió a quedar en los octavos en 1998, fue derrotado en los cuartos por el Valencia en 1999, perdió en las semifinales en 2000, sufrió el escarnio de la derrota en El Salto del Caballo, de Toledo, en la primera ronda en 2001, alcanzó la final en 2002 para perderla frente al Depor, en el Bernabéu, y no pasó de los cuartos contra el Mallorca en 2003.