Un árbitro muy harto
García Pérez anuncia en su uniforme sus quejas contra su comité
La sorpresa del partido Oviedo-Titánico, del Grupo II de Tercera División, la protagonizó el árbitro, José Manuel García Pérez, de la delegación de Gijón. Saltó al terreno con varias inscripciones en su uniforme contra el Comité Técnico de Árbitros y la Federación Asturiana. En la primera mitad, en su pecho se podía leer Ineptos, dimisión y en la espalda las siglas de la Federación Asturiana y el Comité Técnico de Arbitros: RFAF- CTA = Sistema Podrido. En la segunda cambió: Comité de Arbitros, os doy mi plaza y CTA, acabáis con los árbitros.
Finalizado el partido, García Pérez no tuvo inconveniente en acudir a la sala de prensa y anunciar su renuncia al arbitraje después de 13 años, los últimos cinco en Tercera. A sus 26 años, indicó: "Después de mucho tiempo intentando dialogar con el comité técnico y de ver sus negativas, fue una forma de reinvindicar y de poder reclamar los derechos que creo que tenemos los árbitros". Tras aclarar que su postura es personal, denunció "el oscurantismo que hay en el sistema árbitral, un mundo opaco en el que no se sabe lo que se cuece ni lo que hay". "Estoy disconforme con esa línea y ésta ha sido mi única forma de reclamar, de que la gente entienda y sepa lo que hay. Hasta hace poco, varios compañeros intentamos, a través del diálogo, exponer una ideas, pero el comité se lavó las manos y dijo además que lo habíamos hecho de manera ilegal. Viendo que no tuvimos ningún tipo de respuesta y que vamos a seguir así, no comulgo con ello".
García Pérez era consciente de que el de ayer fue su último partido: "Cuelgo el silbato. A diferencia de otros, que se fueron de manera silenciosa, opté por esta forma de despedirme. Mi moral y mi ética no me permitían otra cosa que reclamar los derechos de los árbitros". Esta situación, dijo, no es nueva, ya que se arrastra desde "hace mucho tiempo". "El problema es que la gente tiene muchos problemas para levantar la voz. Los árbitros como yo vemos la meta en la Tercera y hasta que la alcanzas se traga mucho y se pasa por muchas cosas. Una vez que llegué a Tercera y no hubo cambio alguno por parte del comité, creo que tenía la obligación de hacérselo ver".
Luego, hizo extensivas sus críticas a la federación asturiana: "Desde el momento en que nos impone a nuestro presidente... Eso lo dice todo". Señaló que no se marcha con tristeza. Al contrario, "con un buen sabor de boca": "Quería marchar con la cabeza alta y la concienza tranquila y creo que lo he conseguido. La gente que está en los sillones del comité tienen que agachar la cabeza más que poder levantar la voz". No tiene ninguna esperanza que cambien las cosas: "Después de intentar el diálogo, muchos compañeros míos tuvieron que hacerse una bajada de pantalones, ya que no había otra solución".
Sobre el escenario de su reinvidicación, el Tartiere, dijo que "fue una mera coincidencia": "Me habían comentado hace quince días que iba a dirigir este partido y aproveché la ocasión al ser un campo con muchos espectadores y una gran repercusión".
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