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ELECCIONES 2004

El PP pierde la mitad de sus escaños y logra sólo seis diputados

Los populares obtienen 148.000 votos menos y se quedan sin representación en Girona y Lleida

Las urnas pasaron factura ayer en Cataluña al PP. El fuerte aumento de la participación, la mayor desde 1986, y las dudas suscitadas en una parte de la ciudadanía por el tratamiento informativo dado por el Gobierno al atentado terrorista de Madrid tuvieron consecuencias en las urnas. El descenso ha sido espectacular: el PP logró el 15,5% de los sufragios y 6 escaños, cuando hace cuatro años había obtenido el 22,8% de los votos y 12 escaños.

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Los peores augurios expresados en privado por algunos dirigentes del PP catalán se cumplieron. Los populares han perdido en Cataluña 148.000 votos en unas elecciones, como son las legislativas, donde siempre habían cosechado sus mejores resultados. Nadie había previsto en la dirección del partido la hipótesis de un descenso de votos tan pronunciado.

La participación superó el 79%, 13 puntos por encima de la de las elecciones de 2000. El fuerte aumento de la participación era un elemento que en principio jugaba en contra de los populares catalanes, que temían un contratiempo electoral si la participación subía más de 10 puntos respecto a la de hace cuatro años. De hecho, la participación registrada ayer sólo había sido superada en Cataluña por las primeras legislativas tras la República, las de 1977, y las de 1982, el año de la primera mayoría socialista.

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La situación para el PP catalán es desesperanzadora. No sólo no ha logrado su objetivo de convertirse en el segundo partido más votado tras los socialistas, sino que pasa de tercera a cuarta fuerza después del PSC y CiU, y ahora también por debajo de ERC, que ha sido el objeto de sus dardos electorales. Además, el PP pierde su representación parlamentaria en Lleida y Girona y uno de los dos escaños que tenía en Tarragona. En Barcelona, desciende de ocho a cinco escaños.

Los resultados convierten en un anhelo definitivamente imposible los deseos del líder del PP en Cataluña, Josep Piqué, que durante meses esperó que estas elecciones se convirtieran en una segunda vuelta de las autonómicas de noviembre. Las autonómicas de hace cuatro meses supusieron un revés para el PP, que aunque ganó votos y escaños dieron el triunfo a la izquierda plural y desplazaron al PP a la marginalidad parlamentaria tras haber sido decisiva en el Parlament durante ocho años gracias a la precariedad de CiU.

La de ayer fue una noche amarga para el PP catalán. El partido ha pasado en pocos meses de ser la fuerza decisiva en el recinto de la Ciutadella y de ocupar el Gobierno español a pasar a la oposición en ambos parlamentos.

Anoche, un Piqué visiblemente triste proclamó: "Lo primero es felicitar al partido socialista y expresar el deseo de que administre la victoria de la mejor manera, como estoy seguro que hará. Hemos tenido un resultado por debajo de nuestras expectativas", reconoció. Piqué insinuó que el resultado electoral puede haber estado influido por la "extraordinaria participación".

El presidente del PP catalán compareció al filo de la medianoche acompañado de las candidatas Dolors Nadal, Julia Garcia-Valdecasas y Alicia Sánchez Camacho. La intervención de Piqué se limitó a un lacónico mensaje y abandonó el hotel Barcelona-Sants, donde su partido había concentrado sus efectivos para pasar la noche electoral. "Todos tenemos que estar detrás del Gobierno de España para que se encuentre a los responsables de la matanza [de Madrid] y se les ponga a disposición de la justicia", dijo Piqué antes de abandonar rápidamente el lugar, acompañado de su esposa y de sus principales colaboradores.

Los candidatos ofrecieron breves declaraciones individuales a los medios de comunicación allí concentrados. La número uno por Barcelona prefirió no sacar conclusiones de la derrota, especialmente en Cataluña. "Hoy no es el momento. Las haremos en los próximos dias. Hoy lo que quiero es felicitar al partido socialista y esperar que sea capaz de afrontar los grandes retos que tiene pendientes", dijo a este diario Dolors Nadal.

En el hotel donde el PP pensaba celebrar la noche electoral no hubo fiesta. Fuentes del partido afirmaron que no habría celebración ni siquiera en el caso de una victoria popular. "La suspendimos el pasado jueves tras los atentados terroristas de Madrid", dijo el director de la campaña del PP, Daniel Sirera.

Los populares esperan hacer hoy mismo una evaluación más serena de los resultados. En cualquier caso, las evaluaciones tendrán que esperar a que la dirección nacional del PP lleve a cabo la suya. Piqué tiene previsto acudir hoy a la reunión que la cúpula estatal mantiene los lunes en la sede del PP en la calle de Génova de Madrid. A partir de ahí, los populares harán su acto de contrición en Cataluña y los primeros análisis de las causas. El PP también abordará la forma de afrontar el inmediato futuro fuera del poder que ha ocupado durante los últimos ocho años.

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