El PA se mantiene, pero no participará otra vez en el Gobierno andaluz

Los andalucistas han conseguido mantener sus resultados de 2000, aunque con la mayoría absoluta del PSOE se quedan en esta ocasión fuera del Gobierno andaluz, en el que han estado en los últimos ocho años. El PA obtiene 5 escaños y el 6,18% de los votos, más de un punto menos que en las pasadas elecciones. En el Congreso de los Diputados han perdido su único escaño. Antonio Ortega admitió que los resultados "podrían haber sido mejores"

Los andalucistas habían planeado al detalle su participación en el Gobierno

Al filo de la una, comparecieron el candidato y secretario general, Antonio Ortega, y el presidente del partido, Alejandro Rojas-Marcos, para reconocer su vuelta a la oposición. "Podemos considerar que es un buen resultado, pero ha podido ser mejor", afirmó Ortega, quien dijo que el PA "ha realizado su trabajo". Según el candidato, hasta los atentados del 11-M los andalucistas aspiraban a mejorar su representación en el Parlamento de Andalucía. "Han sido unas elecciones raras y seguro que han influido en la decisión de los ciudadanos", subrayó Ortega. El PA ha perdido el segundo escaño de Cádiz y ha ganado uno en Huelva.

La dirección del PA había apostado por renovar otra vez el acuerdo de coalición que han mantenido en las últimas dos legislaturas. Tanto es así que ya tenían diseñado al detalle lo que pedirían al PSOE. La Consejería de Turismo y Deportes, que han gestionado desde su creación, adquiriría rango de vicepresidencia. Y, además, proponían una comisión delegada del Gobierno para asuntos de Turismo, Territorio, Cultura y Medio Ambiente. También reivindicaban la tutela de la RTVA para el otro departamento que controlan, Relaciones Institucionales. Todo se ha desmoronado como un castillo de naipes.

En las tres últimas legislaturas el PA ha tenido resultados muy discretos, con leves incrementos de una a otra. En 1994 consiguió 3 escaños, y el 5,79% de los votos; en 1996, 4 escaños, y el 6,66% de votos; y en 2000, 5 escaños y el 7,43% de votos, aunque tras la escisión de Pedro Pacheco se quedó con tres diputados. Sin embargo, su participación en el Gobierno de la Junta ha sido decisiva para ganar proyección pública en la vida andaluza.

Los andalucistas han tenido una campaña difícil. La llamada vieja guardia del presidente, Alejandro Rojas-Marcos, y la dirección nacional, que pilota Antonio Ortega, se enfrentaron en público a cuenta de la alianza con los socialistas en la Junta. Los primeros opinaron que el PA debió aprovechar el conflicto del tripartito catalán para amenazar con abandonar el Gobierno de coalición si el PSOE no rompía en Cataluña con ERC. De hecho, su opinión era que el acuerdo no volviera a reeditarse, aunque se hubieran dado las circunstancias para ello, ya que, sostuvieron, otros cuatro años en un Ejecutivo socialista terminarían por borrar del Parlamento al PA.

A final de este año, los andalucistas tienen previsto celebrar un congreso, en el que sin duda saldrán a la luz las diferencias, contenidas por las elecciones. En lo que se refiere a Antonio Ortega, su situación será complicada, habida cuenta de que su liderazgo ha venido de la mano de los cargos institucionales más que del respaldo orgánico, sin bien es verdad que el número de escaños se mantiene y, cualquier caso, está por encima de los tres escaños reales (tras la marcha de Pacheco) que tenían hasta ayer.