Al menos 15 muertos en una revuelta kurda en Siria
Entre 15 y 40 personas han muerto este fin de semana en la región siria de Hasake, situada al noroeste de Siria, de mayoría kurda, en el transcurso de unos violentos enfrentamientos de la población indígena con la policía. Estos incidentes son los más graves que se producen en el país desde que estallara la revuelta islamista de Hama en 1982, que fue duramente reprimida por las fuerzas del presidente Hafez el Asad y que se saldó con centenares de víctimas.
Los incidentes de la región de Hasake se originaron en la ciudad de Kameshli, muy cerca de la frontera con Turquía, durante un partido de fútbol, en el que se enfrentaron seguidores de los dos equipos rivales. Mientras los seguidores de un equipo daban gritos a favor del ex dictador iraquí Sadam Husein, los rivales de una aldea cercana vitoreaban al líder local, Barazani, al tiempo que se intercambiaban golpes y piedras y se quemaban retratos del presidente sirio, Bachir el Asad, según aseguraron testigos presenciales.
Tres niños entre las víctimas
La policía rodeó el estadio y trató de controlar la situación disparando contra la multitud, causando entre 15 y 40 muertos y decenas de heridos. Entre las víctimas se encuentran tres niños, lo que desató la ira de la población local y manifestaciones de protesta en diversas poblaciones de la zona. Durante las marchas los manifestantes volvieron a quemar los retratos del presidente El Asad y el domicilio de un policía.
Tras dos días de desmanes generalizados en la región, las fuerzas policiales gubernamentales, procedentes de Damasco, lograron en la tarde de ayer restablecer el orden en la zona. Numerosos tanques habían sido apostados en el centro de algunas poblaciones, en las que se ha impuesto el toque de queda.
En la provincia de Hasake, escenario de estos incidentes, se concentran los casi dos millones de ciudadanos de origen kurdo que viven en Siria. Esta zona ha servido en los últimos años de punto de paso de la población kurda de Irak para entrar y salir de la región, eludiendo los controles policiales impuestos por el régimen de Sadam Husein. Los incidentes se producen en un momento especialmente delicado para Siria, pocos días después de que se celebraran en Damasco unas manifestaciones de protesta con ocasión del 41º aniversario de la fundación del partido gubernamental Baaz, en el transcurso de las cuales fueron detenidos una treintena de opositores al régimen y un funcionario de la Embajada de EE UU. El funcionario norteamericano fue liberado horas después tras una protesta de Washington.
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