Sindicatos y vecinos reclaman un estudio previo para soterrar la M-30

El Foro por la Movilidad Sostenible, formado por organizaciones ciudadanas y sindicatos, reclama que el Ayuntamiento disponga de un informe de impacto ambiental antes de comenzar las obras de soterramiento de la M-30. Ayer, en una reunión con PSOE e IU, vecinos y sindicatos defendieron la necesidad de que los ciudadanos participen en un proyecto de "tanto calado urbanístico y financiero".

La portavoz municipal socialista, Trinidad Jiménez, volvió a destacar que su grupo no se opone al proyecto planteado en la M-30 "en sí", sino que rechaza la falta de una declaración previa de impacto ambiental, "que es imprescindible para hacer las obras con todas las garantías". Con ello, dijo Jiménez, se abriría un proceso de información pública en el que podrían participar los ciudadanos. "Tememos que, de no haber declaración de impacto ambiental, podría pasar con estas obras como con el Plan Hidrológico Nacional", algunas de cuyas acciones "Bruselas ha echado para atrás".

El ex presidente socialista de la Comunidad Joaquín Leguina apoyó el pasado martes el proyecto del alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, para soterrar la M-30 y aconsejó al PSOE respaldarlo también.

La portavoz de IU, Inés Sabanés, insistió ayer en que se debe abrir un debate sobre la obra, sus costes y afectación, y reiteró la necesidad de crear el Consejo de la Ciudad -previsto en la Ley de Grandes Ciudades- para dictaminar sobre grandes proyectos. "Es inaceptable asumir una obra así sin declaración de impacto del conjunto de la reforma en materia histórica, de movilidad, vecinal, ambiental, etcétera", afirmó.

Fernando Sánchez, de UGT, en nombre del Foro, relató los intentos fallidos de ponerse en contacto con el Ayuntamiento para hablar sobre las repercusiones de la nueva M-30 en la movilidad y el medio ambiente de Madrid: "El alcalde nos dijo que era competencia del concejal de Seguridad, Pedro Calvo, pero nunca nos llamó".

Carta a Gallardón

Ante esta situación, los integrantes del Foro remitieron una carta abierta al alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, en la que le recordaban que las directivas europeas obligan a una declaración de impacto ambiental, que la obra afectará al futuro diseño de la ciudad de forma irreversible y que algo "de tanto calado urbanístico y financiero" necesitaría un debate ciudadano "y quizá incluso consenso". "Nos jugamos el futuro de Madrid", subrayó Sánchez.

El concejal socialista Félix Arias auguró que, además de aumentar la contaminación acústica y atmosférica allí donde se instalen los respiraderos de los tramos soterrados, "el proyecto saturará aún más la zona este de la M-30". En ese punto, explicó Arias, desembocarán túneles de gran capacidad por el norte y por el sur, que, entre otras cosas, impedirán la desaparición del scalextric del Puente de Vallecas.

Eugenio Morales, ex concejal socialista y presidente de Madrid Camina, una de las asociaciones integrantes de este Foro por la Movilidad nacido hace un año, afirmó que el reciente cambio de titularidad de la M-30 no la convierte en vía urbana: "Una calle con 275.000 vehículos al día a 100 por hora no es una calle", dijo.