Corrupción en Múnich
El presidente del 1860 y su hijo, detenidos por comisiones ilegales en la licitación del nuevo estadio que este club financia junto al Bayern
Múnich amaneció ayer con un sonoro escándalo en torno al nuevo estadio que se ha comenzado a construir en el norte de la ciudad y que deberá estar listo en 2005. El proyecto es financiado conjuntamente por el Bayern y su competidor local, el 1860 Múnich, cuyo presidente, Karl-Heinz Wildmoser, fue detenido ayer, junto a su hijo, acusados ambos de haber recibido comisiones ilegales en el proceso de licitación.
Los registros de la policía también alcanzaron las oficinas del Bayern, pero portavoces de la policía afirmaron que contra sus directivos no hay ninguna investigación abierta y que sólo se buscaban documentos relacionados con las fechorías perpetradas desde la cúpula del 1860.
Para levantar el recinto deportivo, que tendrá un aforo de 66.000 espectadores, ambos clubes crearon una sociedad conjunta, dirigida a cuatro manos por el hijo de Wildmoser y Fritz Scherer, ex presidente del Bayern. Sorprendentemente, éste renunció a su cargo la semana pasada "por motivos personales y de salud".
Durante la licitación, Wildmoser y su homónimo hijo habrían facilitado información confidencial a Alpine Blau, la constructora austriaca que posteriormente se impuso en el concurso, según sospechan las autoridades. La televisión regional sostuvo ayer que, a cambio de esta información, los Wildmoser habrían recibido un 1% del valor contractual, es decir, 2,8 de los 280 millones de euros presupuestados para alzar el estadio que con Allianz-Arena ya tiene nombre propio gracias al patrocinio de una aseguradora. El dinero habría sido transferido a cuentas bancarias en Suiza.
Prepotente y muy dado a las rabietas públicas, Wildmoser, de 64 años y propietario de varios hoteles, está considerado como "el último patriarca de la Bundesliga", según el Süddeutsche Zeitung. Mal que bien, su club suele mantenerse en la Primera División. En la actualidad es el 12º clasificado.
En el nuevo estadio deberá tener lugar el partido inaugural del Mundial de 2006. Ambos clubes sostenían desde hace años que el Olímpico está obsoleto, pero sólo tras un referéndum en la ciudad lograron sacar adelante en 2001 el proyecto.
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