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Reportaje:

Gigantes del 'boom' inmobiliario

La inmobiliaria gallega Fadesa anuncia su salida al parqué tras crecer un 500% en los últimos cinco años y poseer la mayor cartera de suelo edificable (11 millones de metros cuadrados)

El boom inmobiliario en España ha creado gigantes repentinos como Fadesa. Fundada hace menos de 30 años en A Coruña por un carpintero, Manuel Jove Capellán, creció como una empresa familiar que hasta mediada la década de los noventa concentraba casi toda su actividad en Galicia. Hace unos meses, Jove fue recibido por el mismísimo rey de Marruecos, país en el que ha encontrado un filón de negocio.

Fadesa saldrá a la Bolsa el mes próximo con una valoración aún pendiente, pero que se calcula en unos 1.000 millones de euros. Será la culminación de un lustro dorado y espectacular: desde 1998, su volumen de negocio ha pasado de 9,5 millones a más de 500.

Su escalada le ha situado en el tercer puesto del ranking inmobiliario español. Fadesa está en todos los lugares clave donde hierve la incesante caldera de cemento y ladrillos. Encabeza grandes proyectos en el extrarradio de Madrid, en la costa mediterránea, en Canarias y en el Pirineo aragonés.

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Ha quedado muy atrás la época en que Jove se dedicaba fundamentalmente a los pisos de protección oficial. Ahora Fadesa promueve grandes complejos turísticos y comerciales, campos de golf y villas de vacaciones. Hace poco suscribió un acuerdo con el grupo Barceló para la explotación conjunta de algunos hoteles.

Gran proyecto marroquí

Su rápida expansión ha alcanzado a Portugal y Marruecos, donde Mohamed VI ha bendecido personalmente el proyecto mastodóntico en el que el Gobierno concedió una participación a la inmobiliaria coruñesa: un complejo de ocho hoteles en la costa oriental del país, que ocupará una franja de seis kilómetros en primera línea de mar y para el que calcula una inversión de 1.500 millones de euros. Pero también es frecuente ver construcciones de hoteles con el marchamo de Fadesa en ciudades como Casablanca.

En 2001, el capital de Fadesa se amplió con la entrada de Morgan Stanley y Caja España, que adquirieron un 10%, y de José María Castellano, vicepresidente de Inditex, quien se hizo con un 5% asociado a Josefa Ortega, una de las hermanas de Amancio Ortega, fundador del imperio textil.

La salida a Bolsa, anunciada el pasado lunes, no impedirá que la familia Jove mantenga la mayoría del capital, aunque en cotas inferiores al 71,4% que posee en la actualidad. Mientras engordaba vertiginosamente en los últimos años, Fadesa nunca perdió su carácter familiar. Jove, de 62 años, había entregado amplios poderes a su hija mayor, María José, fallecida repentinamente en 2001. Tras la pérdida, fueron ascendidos a la vicepresidencia sus otros dos hijos, Felipa y Manuel.

Jove ya había empezado en el negocio con su hermano Ángel, del que luego se separó y que también ha hecho fortuna en el mercado inmobiliario.

El primer estirón de Fadesa llegó en los años ochenta, en A Coruña. El alcalde de la ciudad, Francisco Vázquez, abanderaba un nuevo desarrollismo urbanístico que pronto se extendió por todos los municipios del extrarradio. Hasta 1993, Fadesa no empezó a asomarse tímidamente fuera de Galicia.

A finales de esa década ya estaba entre las cinco principales inmobiliarias de España. Con el cambio de siglo, el salto todavía se multiplicó. Fadesa cerró su último balance anual con un beneficio neto de 85 millones de euros, el 54% más que en 2002. Tiene 1.100 empleados y asegura que es propietaria de la mayor cartera de suelo de España, 11 millones de metros cuadrados edificables.

A Jove sólo le queda la espina de sus intentos fallidos de hacerse con algunas de sus grandes competidoras, primero Zabálburu y después Metrovacesa. Pero ahora espera recibir el impulso de la Bolsa para lanzarse a su próxima meta, la conquista de mercados en el este de Europa.

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