Los intérpretes del futuro

Cuando Alejando Pérez se sienta en su silla minutos antes de ensayar y se acomoda para afinar su violonchelo, sus pies apenas rozan el suelo. Como el resto de sus 30 compañeros de la Orquesta Joven del Conservatorio Profesional de Música de Jaén, estudia 4º curso del ciclo elemental y, de mayor, quiere ser músico. Llama la atención que, en algunos casos y especialmente en el de los contrabajos, los instrumentos llegan a abultar más que los mismos intérpretes. Sin embargo, estas minucias que se superarán con el tiempo, no restan ilusión y profesionalidad a los pequeños protagonistaS de una experiencia piloto que, por primera vez, se pone en marcha en Andalucía.

"En los cuatro cursos del grado elemental no existe la asignatura de orquesta, que sí se comienza a impartir en los seis cursos de grado medio, por lo que la orquesta supone un reto no sólo para los alumnos, sino también para sus profesores", comenta Inmaculada Báez, directora del Conservatorio de Jaén.

El director de la Joven Orquesta, Luis Báez, recuerda cómo el proyecto se ha venido gestando en los últimos cuatro años, cuando los pequeños músicos empezaron con las clases colectivas. "Una vez que conseguimos el número suficiente de instrumentos, se nos ocurrió reunir todas las familias de las cuerdas, los violines, violas, violonchelos y contrabajos, en una sola orquesta de 32 músicos", relata el director.

Al ser una experiencia piloto, la orquesta sólo es de instrumentos de cuerda. "Empezar a tocar el violín es muy difícil", reconoce Clara Ortega, que toca el violín. "Y lo más complicado es encontrar la afinación, porque los instrumentos de cuerda no tienen puntos de referencia como los de viento. Tenemos que guiarnos sólo por nuestro oído", añade Julia Alcalá, una de las nueve violas.

Estos pequeños músicos, al igual que ocurre en las orquestas profesionales, tuvieron que pasar pruebas de audición hasta ser seleccionados. "Fue el peor día de mi vida, aunque también estuve muy nerviosa el día en que se presentó la orquesta", recuerda la violinista Leticia Ureña.

El pasado 23 de febrero, el Paraninfo del Conservatorio de Jaén acogió el estreno de la Joven Orquesta. "Estaban muy emocionados. Tardaron media hora en sentarse y otra media para afinar. Pero lo más importante es que se divirtieron y disfrutaron", relata Báez. El director de la orquesta es también el encargado de componer y adaptar las partituras para que puedan ser interpretadas según el nivel de sus jóvenes alumnos. "Desde el profesorado pretendemos que los chavales vayan conociendo los diferentes estilos musicales de corte barroco, clásico o renacentista, al mismo tiempo que aprenden la disciplina de orquesta", explica Báez. Por eso, además de sus clases de 4º de elemental, los 32 músicos de la Joven Orquesta ensayan todos los jueves de cinco a siete. "Los 32 tenemos que sonar como si se estuviera tocando sólo un instrumento", explica Ana Lao, uno de los 16 violines.

"Les enseñamos que en la orquesta lo más importante es la unidad, el conjunto, y que deben acostumbrarse a seguir no sólo las partituras sino también las indicaciones del director", añade el director.

Las próximas actuaciones, con el programa Danza cortesana, Fuga para cuerdas y Sinfonieta, recorrerán los colegios para sus alumnos descubran y aprendan a admirar la música de la mano de otros niños.