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Récords para Lebedeva e Isinbayeva

Carlos Arribas

El primero que habló de la mística misteriosa de la pista sintética del Sportarena fue David Canal, que pensó ir corriendo sobre algodones. Mayte Martínez vio un fantasma y aceleró al creerse perseguida. Manolo Martínez alucinó por la perfección del decorado. El sueco Steffan Holm se encontró tan a gusto que, tras ganar con 2,35, incluso pidió 2,41 metros, un listón que nadie ha tentado desde los felices ochenta y los tiempos del cubano Javier Sotomayor.

Yelena Isinbayeba intentó lo nunca visto: saltar 5 metros con su endurecida pértiga. La rusa, que cumplirá 22 años en junio, acababa de poner el récord mundial en pista cubierta en 4,86, cuatro centímetros menos que el de al aire libre, también suyo, ante el ucraniano Serguei Bubka, el mejor pertiguista de la historia, sentado en la grada, y la estadounidense Stacey Dragila, la pionera femenina, plata ayer. Falló, pero anunció la pronta caída de una nueva barrera.

Pero la perfección más perfecta la alcanzó su compatriota Tatyana Lebedeva. Apenas tres horas después de clasificarse para la final de longitud, título para el que es la favorita, la doble campeona mundial al aire libre, de 27 años, se enfrascó en la tarde más completa que se recuerda a un atleta. Saltó cuatro veces. La primera, 15,16 metros, igualó el récord; la segunda, 15,25, lo batió por primera vez; la tercera se quedó a 1 cm. del antiguo; la cuarta lo batió por segunda vez: 15,36.

Tatyana Lebedeva, feliz delante del marcador con su nuevo récord mundial.
Tatyana Lebedeva, feliz delante del marcador con su nuevo récord mundial.REUTERS

Sobre la firma

Carlos Arribas
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.

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