La suerte de Rodrigo Rato
Rodrigo Rato hace campaña bajo radar -no se le ha visto todavía durante la campaña oficial junto a Mariano Rajoy- y lo mismo adoctrina a un grupo de estudiantes que se da una vuelta por el barrio de Chueca, donde se reúne con colectivos gays y transexuales y se somete, además, a los vaticinios de una pitonisa, quien mete el dedo en la llaga y remueve las heridas cuando le dice: "Algún día usted será postulado presidente del Gobierno". Mira por dónde, un día después, Rato es postulado, nunca mejor dicho, hasta en periódicos de las antípodas como uno de los candidatos a ser director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), cargo que ha abandonado el alemán Horst Köhler para convertirse en el presidente de Alemania.
Ayer, preguntado por el asunto, el presidente del Gobierno, José María Aznar, elogió la cualificación -repitió la palabra cualificación para enfatizar que era un juicio teórico-del vicepresidente primero. Y, sobre los presuntos planes de Rato, agregó lo siguiente: "No tengo ni la más remota idea de cuáles son las circunstancias de futuro que puede tomar don Rodrigo Rato". Tampoco sabe, añadió, si "Mariano Rajoy va a reclamar o no sus servicios".
El hecho de que el nombre de Rato saltara a docenas de periódicos y cadenas de televisión de medio planeta como uno de los teóricos candidatos para dirigir el Fondo Monetario Internacional es una percepción de cómo el mundo le ve. Pero, al mismo tiempo, subraya hasta qué punto su presencia puede ser insustituible al frente de la economía española si gana el Partido Popular.
"Todo dependerá de los resultados del 14-M", dice un hombre próximo al vicepresidente. ¿Por qué? "La relación entre Rato y Rajoy sigue siendo buena, pero nada es igual después del sábado 1 de septiembre de 2003, cuando Rajoy fue designado sucesor. Es como cuando dos amigos se enamoran de la misma joven en la Universidad y uno de los dos se queda con ella", añade. "Sólo si gana Rajoy por escaso margen, Rato jugará un papel importante en el Gobierno" subraya.
Con todo, hay una diferencia: la selección de Rajoy ha sido decisión de Aznar. Es posible, pues, como dice el colaborador de Rato, que la relación entre Aznar y Rato ya no vuelva a ser igual, pero está por ver qué pasa entre Rato y Rajoy después del 14-M.
"No veo a Rato ni en el FMI ni en la Comisión Europea", dice un empresario español de gran relevancia. "La opción es otra: seguir en la política y el Gobierno después del 14-M o pasar al sector privado". Este empresario señala que las incompatibilidades son un problema en España, pero no fuera. "Rato recibirá, seguramente, muchas ofertas desde el exterior. Pero el problema es que yo no veo que Rajoy pueda darse el lujo de prescindir de Rato. ¿Qué nombre de importancia sale para dirigir el equipo económico desde el máximo nivel? Pienso en las personas que todos tenemos en mente, y no me lo creo. No veo cómo Rajoy puede desprenderse de Rato", dijo el empresario.
También Rato tendrá sus preferencias. Los resultados del 14-M son importantes. Porque Rato es y sigue siendo uno de los primeros espadas del Partido Popular. Si Rajoy triunfa con comodidad, Rato podría, eso sí, retirarse.
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