Buenos Aires aclama a Serrat por su trabajo sinfónico

Joan Manuel Serrat entró por la puerta grande en el teatro Colón, la catedral de la música en Buenos Aires. Durante dos horas, un público entregado siguió la actuación del cantante, acompañado por la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires. Rara vez, el coliseo porteño ofreció la imagen del miércoles por la noche, con la platea, los cinco pisos y todos los pasillos repletos de gente que acudió a la presentación de Serrat sinfónico, su nuevo trabajo.

Desde el primer minuto, el protagonista de la noche se movió a gusto en el escenario, arropado por una buena orquesta y por la complicidad del público que hizo caso omiso a la solemnidad que impone el Colón. Abrió el concierto La paloma, una canción que, como Penélope y Benito, Serrat ha incorporado en esta gira, aunque no figuran en el disco.

El cantante lo comentaba horas antes de la actuación: "El Colón representa el gran ámbito donde la gente lleva lo que más quiere. Suele gritar '¡al Colón!, ¡al Colón!' cuando algo le gusta mucho. Ocurre incluso cuando un futbolista marca un gol extraordinario". "Me alegra ver que la gente está contenta. Me han invitado a la mejor habitación de su casa". Pero el cantante no pierde de vista los conciertos que dará en el Luna Park, el gran recinto porteño de la música popular, "donde se producirá el contacto con la gente mucho más explosivo y mucho menos cohibido".

En su nueva gira americana, Serrat sinfónico será presentado durante este mes en Argentina, Uruguay y Chile. Tras varias actuaciones en España en abril, en mayo cruzará de nuevo el Atlántico para actuar en Puerto Rico, Ecuador y Perú. Las cosas se presentan muy bien en los prolegómenos del periplo. "Falta casi un mes para el último concierto en el Luna Park, y antes de empezar la campaña publicitaria ya estaban vendidas todas las localidades. Qué más puedo pedir".

El cantante reconoce que es complicado trabajar con una orquesta distinta en cada lugar. "Exige mi presencia en los ensayos porque, a pesar de que hay unas lecturas previas, hay una serie de ensayos que es fundamental que yo esté, no sólo para ajustar bien las canciones con el cantante, la orquesta y la voz, sino también por el trato humano".

A lo largo de los 35 años que Serrat lleva viajando por América Latina, ha recibido numerosas condecoraciones y ha sido objeto de homenajes. Pero por primera vez un Gobierno, el argentino, le ha concedido una de las más altas distinciones a extranjeros ilustres, la Orden de Mayo en grado de comendador. "Si me la hubiera dado el Gobierno de Raúl Alfonsín, la habría aceptado; pero si hubiera sido el de Carlos Menem, la habría rechazado. Hay una diferencia clarísima". Serrat será recibido en los próximos días por el presidente Néstor Kirchner, a quien tiene mucho interés en conocer. "Todo es relativo, aproximado y provisional, como decía Pere Quart, pero creo que Argentina tiene el gobierno con más credibilidad desde hace mucho tiempo", dice, porque la gente está detrás de un proyecto que "pretende regenerar la vida pública".

El cantante se explaya en la mejoría del estado de ánimo de los argentinos, que fue duramente golpeado con la crisis de 2001, y no puede evitar la tentación de hablar de España y de expresar su inquietud por el lenguaje de algunos políticos en la campaña electoral. "El trato del Partido Popular hacia Cataluña es repugnante. Están amedrentando a la gente. El concepto de España que tiene el PP probablemente no es el concepto de la España democrática y plural que hemos ganado, sino el concepto de la España una, grande y libre que hemos dejado atrás".