Abogados y policías afirman que el centro de inmigrantes de Barajas es "ilegal"
Interior encierra en una sala de la terminal internacional a extranjeros con orden de expulsión
El Defensor del Pueblo investiga un centro de internamiento de extranjeros en el aeropuerto de Barajas. Conocido como Sala 4, por él han pasado ya un millar de personas en situación irregular. Abogados y policías coinciden en que el lugar es "ilegal" pues carece de soporte legal, vulnera los derechos de los inmigrantes y pone en riesgo la seguridad aérea. Cuando Interior la abrió, el verano pasado, la Sala 4 acogía a rechazados en el control policial de entrada y a solicitantes de asilo. Ahora, Interior aloja en ella, sin el preceptivo control de jueces y fiscales, a inmigrantes detenidos sobre los que pesa una orden de expulsión.
Esta utilización de la Sala 4 como un Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) choca con la Ley de Extranjería, que detalla el régimen de funcionamiento de estos centros. Según la ley, los internos de los CIE tienen, entre otros derechos, los de asistencia médica, asesoramiento de abogados a cualquier hora y comunicación con sus familiares, con funcionarios consulares de su país o con las personas que deseen. Todos esos derechos los pierden en la Sala 4. Este aspecto ha sido denunciado por numerosos letrados ante el Defensor del Pueblo. El Colegio de Abogados envió hace diez días al delegado del Gobierno para la Extranjería, Gonzalo Robles, una carta en el mismo sentido. Robles respondió que la Sala 4 de Barajas no estaba siendo utilizada como centro de internamiento de extranjeros.
De otra parte, se ha creado un problema de inseguridad. La Sala 4 está situada en la zona internacional del aeropuerto, y en un solo día ha llegado a albergar a más de un centenar de extranjeros, vigilados por sólo dos policías y un guarda jurado. Fuentes sindicales afirman que los intentos de evasión son frecuentes. El Sindicato Unificado de Policía (SUP) denunció esta situación ante el Consejo de Policía el pasado octubre, verbalmente primero y por escrito después. No obtuvo respuesta.
El Defensor del Pueblo abrió la investigación sobre la Sala 4 el pasado diciembre, tras recibir numerosas denuncias de abogados acerca de clientes suyos sobre los que pesaba una orden de expulsión, que habían sido recluidos allí y con los que no podían entrevistarse conforme a lo establecido por la Ley de Extranjería.
Dos funcionarios de la oficina del Defensor han visitado las instalaciones al menos en dos ocasiones. Tras la primera inspección, el pasado diciembre, decidieron abrir diligencias. "El lugar ha sido remodelado y es confortable", afirman fuentes cercanas a la investigación. "Pero carece del preceptivo acuerdo gubernativo [una orden ministerial] que lo habilite como centro de internamiento, y tampoco reúne las condiciones que son exigibles a los CIE: control judicial y de la fiscalía, un equipo de dirección, un patio para que los internos puedan pasear, etcétera".
Hasta el pasado diciembre, por la Sala 4 habían desfilado unos 700 extranjeros. Buena parte de ellos eran subsaharianos y procedían de Fuerteventura y Lanzarote. El Defensor del Pueblo ha reclamado todos sus expedientes para estudiar, caso por caso, quién los envió allí y cuánto tiempo permanecieron antes de ser repatriados.
"Si los extranjeros hubiesen estado en la Sala 4 como mucho dos o tres días y luego hubieran sido repatriados, en principio no sería para alarmarse", señalan fuentes que han tenido información sobre el desarrollo inicial de las pesquisas. "El problema es que muchos de los internos han pasado allí dos y más semanas, mientras esperaban su repatriación. No se puede tener encerrada a una persona durante tanto tiempo en un lugar que no reúne las condiciones previstas en la ley".
A las citadas fuentes les ha llamado la atención que algunos inmigrantes llegasen al aeropuerto con resoluciones de jueces de Canarias que decían que, mientras aguardaban a ser repatriados, se les internara "en la Sala 4 de Barajas o en cualquier otro centro de internamiento de extranjeros", sin especificar. "Es sorprendente la falta de información de algunos jueces y la ligereza de sus resoluciones", comentan.
Los policías son conscientes de que el internamiento de extranjeros en la Sala 4 es ilegal. Hasta la apertura de este lugar, había en Barajas otro recinto, denominado Sala 3, destinado a albergar a los extranjeros que habían sido rechazados en el control policial de entrada en España por carecer de los requisitos exigidos en la ley, y a los solicitantes de asilo. Era una suerte de salón de televisión en el que los primeros esperaban la llegada del vuelo que habría de devolverles a su país y los segundos aguardaban la tramitación de su solicitud de asilo.
Hace año y medio se produjo en la Sala 3 un motín de subsaharianos que se negaban a ser repatriados. El Ministerio del Interior decidió que el recinto se había quedado pequeño y la compañía pública Aena, que gestiona el aeropuerto, habilitó otro más amplio: la Sala 4.
Se trata, en palabras de un representante sindical, de "una especie de casa grande, con salón de estar, televisión, teléfono y muchos dormitorios. Es amplia y cómoda".
Pero sigue siendo una sala de devolución. Esto es, está destinada a albergar a los rechazados en en control de entrada en España y a los solicitantes de asilo. A falta de una orden gubernativa que cambie su estatus, la situación de los extranjeros confinados allí es ilegal, según coinciden todas las fuentes consultadas.
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