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Columna
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Hace tiempo que las campañas electorales nos avergüenzan a los electores. Unos dicen que se han convertido en espectáculos deportivos; que lo que debería ser un debate político, un intercambio de ideas, un estímulo para que la gente reflexionara, es percibido por los ciudadanos como una final de fútbol, como un combate de boxeo. Ojalá fuera así. Si la política se hubiera convertido realmente en un espectáculo deportivo, los contrincantes conservarían al menos el respeto por el contrario. No; la política ni siquiera es deporte. Ahora las campañas electorales se parecen más bien a una feria de vendedores de crecepelo que pugnan para que su voz sepulte la del vecino. Convertidas las ideologías en mercancía, es lógico que las empresas utilicen esa publicidad agresiva, tan poco deportiva, nacida en los Estados Unidos, que no consiste en cantar las excelencias de su producto, sino en subrayar los defectos de la competencia.

Hace unos meses el alcalde de El Ejido, Juan Enciso, insultó públicamente a dos compañeros de partido. Con la incontinencia verbal que lo caracteriza dijo que Luis Rogelio Rodríguez Comendador, presidente provincial del PP y alcalde de Almería, era un "inútil"; y que Rafael Hernando, cabeza de lista al Congreso por Almería, era un "terrorista político". En fin, cosillas que pasan en un partido cohesionado como el PP. Con la campaña electoral en marcha, el PSOE ha puesto en circulación unas cuñas radiofónicas en las que puede oírse aquella rústica y cavernosa intervención de Juan Enciso. ¿Está usted dispuesto a votar -pregunta después una voz al radioyente- a un inútil y a un terrorista político?

A mí no me gusta este estilo. Pero al mismo tiempo reconozco que en esa ciudad sin ley en que se ha convertido el debate político el PSOE tiene derecho a recuperar unas palabras pronunciadas por un alto cargo del PP, no para insultar a Hernando y a Rodríguez Comendador sino para mostrar que, al menos en Almería, el PP no es ese partido cohesionado y armónico sobre el que descansa la estabilidad de España.

Como el PP también ha hecho en años anteriores campañas tan poco elegantes como esta del PSOE, sorprende la reacción tan histérica que han tenido sus dirigentes provinciales. El secretario general del PP de Almería ha anunciado una querella contra Chaves, contra Martín Soler y contra los publicistas; Juan Enciso ha dicho que los dirigentes del PSOE son unos "carroñeros"; y Rafael Hernando se ha quejado de que la cuña del PSOE le ha dañado moralmente. "Ni olvido, ni perdono -ha dicho- que el PSOE me equipare con las personas que han matado a mis compañeros en el País Vasco". Palabras ciertamente conmovedoras, sólo que no ha sido el PSOE quien lo ha calificado de ese modo, sino su compañero Juan Enciso. Y no creo tampoco que el alcalde de El Ejido quisiera compararlo con los asesinos de ETA, sino más bien subrayar el carácter enredador y la naturaleza insidiosa de este profesional de la intoxicación.

En cuanto a que Luis Rogelio Rodríguez Comendador sea un inútil, resulta llamativo que nadie en su partido, ni él mismo, haya salido a desmentirlo.

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