Incertidumbre latente

La acumulación de buenos y malos datos económicos han llevado a las bolsas a una situación de equilibrio, sólo roto por las valoraciones puntuales de los resultados empresariales que, en conjunto, se han ajustado a las previsiones. El Ibex 35 gana el 0,14% en la semana y en febrero sube el 4,03%.

Los mercados de valores han alcanzado un complicado equilibrio en esta semana, en la que han abundado los datos económicos y los resultados empresariales. Los inversores se han visto obligados a valorar la tendencia, a veces contradictoria, de los indicadores económicos sin olvidar la influencia puntual de unos resultados empresariales que también exigían atención.

La suma de todos estos factores ha sido un exiguo 0,14% de subida en el Ibex 35 que, gracias al empujón de la jornada de cierre, termina en 8.249,40 puntos. El índice general de la Bolsa de Madrid subió el 0,17% en la semana, para cerrar en 862,50.

Los indicadores económicos que más han pesado en el ánimo de los inversores han sido los de confianza, tanto en Estados Unidos como en Alemania, que ponen algunos interrogantes sobre la firmeza de la recuperación económica a corto plazo. Además de los indicadores de confianza, en los que hasta ahora se había apoyado la tendencia de los mercados, se han publicado datos sobre la economía real, con un descenso de la venta de casas nuevas en enero y un incremento de las peticiones semanales de subsidio de desempleo que indican que las empresas no han terminado con los ajustes laborales. La revisión del PIB del cuarto trimestre de 2003 en Estados Unidos, que subió al 4,1%, permitió un respiro en la jornada de cierre, pero sin convencer a los inversores estadounidenses, cuyo mercado es el que lleva la voz cantante.

Los inversores europeos han seguido las evoluciones de Wall Street en todo momento y, lógicamente, han llegado a los mismos resultados, pues el índice Dow Jones de valores industriales apenas variaba unas décimas en la semana, con datos previos al cierre.

Una de las razones de la relativa desconfianza de los inversores europeos en la actual coyuntura está en las presiones sobre el BCE para que rebaje los tipos de interés. En los mercados se esperaban con impaciencia los primeros datos sobre la anunciada recuperación económica, pero a cambio llegan nuevas solicitudes de ayuda monetaria que alivien la subida del euro frente al dólar para evitar el deterioro de las exportaciones.

Uno de los capítulos más positivos para el mercado español ha estado en los resultados empresariales, en general ajustados a las previsiones. Las empresas han reaccionado bien tras la crisis del año anterior y eso permite a los inversores esperar que la recuperación de los beneficios sea una constante a lo largo de este ejercicio. El Ibex 35 acumula una subida del 6,62% en el año gracias a esa forma de ver las cosas.