Alternativos de nuevo cuño
Los fondos de gestión alternativa (o alternativos, a secas) son la variante descafeinada de los hedge funds, un tipo de fondo, éstos de nombre intraducible, y que dieron mucho que hablar en la década de los noventa: no en vano se les atribuyó la expulsión de la libra esterlina del Sistema Monetario Europeo, y uno de ellos, el LTCM, fue responsable de que, en 1998, la crisis de la deuda rusa estuviera a punto de dar al traste con el sistema financiero internacional.
Suelen quejarse los gestores de los fondos alternativos de que se les relacione siempre con los hedge funds más especulativos. El problema es que bajo la denominación genérica de fondos de inversión alternativos o hedge funds se agrupan ahora fondos muy variopintos, cuyos únicos puntos en común son que utilizan técnicas de gestión distintas de las tradicionales (¡de ahí la denominación de alternativos!) y que pueden utilizar el apalancamiento, es decir, el endeudamiento, como manera de asumir riesgos más elevados que los que el puro capital que han suscrito los partícipes les permitiría. Lo más común es que ese apalancamiento se lleve a cabo por medio de los llamados instrumentos derivados, opciones y futuros.
De ahí que bajo la denominación de fondos alternativos se escondan dos conceptos contradictorios: fondos que asumen un riesgo muy elevado y fondos que prácticamente "no asumen" riesgos. Así, entre los primeros estarían los que venden en descubierto (es decir, que hacen la arriesgada apuesta de tomar a préstamo valores que no tienen en cartera para venderlos, con la esperanza de poder comprarlos más tarde a precios más baratos) mientras que al grupo de los segundos pertenecerían los que hacen arbitraje entre diferentes mercados, intentando beneficiarse de las diferencias de precio entre ellos.
Las gestoras españolas que han decidido lanzar este tipo de producto, normalmente, se acogen a la segunda interpretación, no solo porque la distribución minorista de fondos es difícilmente compatible con que se ofrezcan productos de alto riesgo, sino porque la legislación española tampoco permite otra cosa (la nueva Ley de Instituciones de Inversión Colectiva abre mucho la mano en este terreno, aunque hasta que no haya tenido su desarrollo reglamentario no estará claro en qué medida). Para ello, utilizan técnicas cuantitativas basadas en regularidades estadísticas, en un intento de obtener buenas rentabilidades (o, si los cálculos fallan, pérdidas moderadas) que no estén condicionadas por lo que esté sucediendo en los mercados de valores, tanto de renta fija como de renta variable. En el cuadro adjunto puede verse con qué resultados.
En este momento se estima que el patrimonio conjunto de los fondos alternativos asciende a 600.000 millones de euros. En España, aunque están en un proceso de fuerte crecimiento, no pasa de 3.500 millones de euros en su variante pura, y del doble de esa cantidad si se les añade los parcialmente alternativos (que sólo utilizan estas técnicas de gestión para una porción de su cartera). Un ejemplo de esta última clase son los fondos que se están comercializando recientemente con el nombre de monetarios dinámicos. En general, la pista para localizar fondos total o parcialmente alternativos es que en su nombre figuren expresiones como "gestión dinámica", "gestión activa" o "rentabilidad absoluta".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.