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Crítica:FLAMENCO | Festival de Jerez
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

A la medida del bailaor

Esta nueva obra de Antonio el Pipa representa un cambio importante en la carrera del bailaor. Por primera vez aborda la narración de una historia conceptual, lejos de anteriores títulos basados en sus experiencias vividas. Una historia en que dos encarnaciones femeninas, la Pasión y la Ley, tejen en torno a él una red de sentimientos y sensaciones que le permiten expresarse en sutiles reacciones emotivas. La historia no tiene mayor trascendencia y no está contada con claridad y da lugar a situaciones ambiguas. Lo que importa es que motiva el baile, el cante y la música que constituyen la columna vertebral de lo que vemos.

La música creada por Dorantes es en sí misma una de las facetas fundamentales para el éxito de la obra. Crea la atmósfera inquietante y de sugestión necesaria para dar un cuerpo sonoro integrador del resto de los elementos, en una partitura en que las referencias flamencas son constantes. Hay, también, tramos en que los estilos flamencos tradicionales se individualizan incluso con letras populares de antigua data, y son los que El Extremeño y Tía Juana aprovechan para ofrecernos gran cante, interpretaciones verdaderamente espléndidas y llenas de jondura.

Pasión y Ley

Baile: Antonio el Pipa, Lola Greco y María José Franco. Cante: Juana la del Pipa, Enrique el Extremeño, Manuel Tañé, Miguel Rosendo y Felipa del Moreno. Guitarras: Pascual de Lorca y Juan Moneo. Teatro Villamarta. Jerez, 27 de febrero.

El Pipa, Lola Greco y María José Franco bailaron largamente, en partes no precisamente fáciles ni acomodaticias. La Greco, una vez más, fue esa bailarina exquisita que transmite belleza y verdad en su danza, sea con zapatillas o con zapatos. Decir que entiende su papel con maestría es quizás poco: ella es la Pasión. Muy bien asimismo María José Franco, un tanto distante siempre pero medida, eficaz, con sobrada suficiencia.

En cuanto al protagonista, Antonio el Pipa, bailó muy bien, entregado y con una convicción absoluta, volcándose en una obra que parece hecha a su medida y le va a reportar éxitos importantes. Demostró su especial aptitud para coordinar la indudable clase técnica de que hace gala siempre. En Pasión y Ley el bailaor pone mucho empeño en su lucimiento personal, aunque en este estreno absoluto la representación acuse cierta falta de rodaje.

Antonio el Pipa, en el teatro Villamarta.
Antonio el Pipa, en el teatro Villamarta.JARO MUÑOZ

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