"En junio comienza la vida"
La Real Sociedad anuncia que no renovará a De Pedro, cuyo contrato acaba el próximo verano, después de catorce años en el club
La Real Sociedad comunicó oficialmente ayer una noticia que ya repicaba en las mentes de miles de aficionados donostiarras. Javier De Pedro no seguirá en el club la próxima temporada. Después de 14 años vistiendo la camiseta blanquiazul, y sin quererlo, De Pedro deberá buscarse otro equipo. El presidente, José Luis Astiazaran, y el secretario técnico, Roberto Olabe, le dijeron ayer por la mañana algo que el mediocampista temía escuchar: que no le renovarán el contrato, que vence el 30 de junio.
"No sabía que me lo iban a comunicar ahora y estoy un poco triste porque estos han sido mis colores de toda la vida", comentó ayer el futbolista, de 30 años. "Nunca preferí dejar este club por otro, y nunca quise llegar a este momento. Ahora voy a despertar. En junio comienza la vida".
De Pedro, que es hombre desinhibido, hizo un esfuerzo por no manifestar el dolor que sentía. Se contuvo y al hablar de "despertar", "por fin", dejó entrever que vive la temporada como una pesadilla. Un mal sueño en el que comenzaron por relegarlo al banquillo y ahora ni le convocan. En la última jornada de Liga, contra el Sevilla en el Sánchez Pizjuán, no se sentó entre los suplentes. Contra el Lyón en Liga de Campeones, tampoco. Y en su último partido en Anoeta, ante el Athletic, su presencia en la caseta fue testimonial, quizá precautoria, para evitar la revuelta en el graderío. Cuando Raynald Denoueix, el entrenador, necesitó sustituir a Gabilondo prefirió dar entrada a Xabi Prieto y trasladar a Karpin, un diestro, a la banda izquierda. Como si cualquier experimento sirviera de excusa para mantener a De Pedro en la nevera.
¿Por qué? Bien por ser un misterio universal, o por constituir un secreto guardado en el arcón de Astiazaran y Denoueix, las causas de la marginación de De Pedro no han sido reveladas. Lo cierto es que hace dos años el jugador fue tan importante para evitar el descenso a Segunda que Camacho lo llamó para jugar el Mundial de 2002, y como titular. No hubo otro jugador de un equipo vasco en la convocatoria. En la temporada pasada disputó 29 partidos, en los que marcó seis goles y dio 13 asistencias que acabaron en la red, además de una lluvia de centros templados al área: 322. Hoy, la Real no tiene una pierna zurda más precisa. Pero Denoueix insiste en prescindir de De Pedro. Y nadie en el club da una razón que razone el rótulo de "razón exclusivamente deportiva" o "razón técnica".
De Pedro, entretanto, no dice mucho. "Estar en el banquillo forma parte de mi profesión", afirma, sin levantar la voz; "Gabilondo lo está haciendo muy bien (...) No sé por qué se ha decidido no renovarme, pero de aquí al 30 de junio espero disfrutar cuanto pueda con esta camiseta (...). Mi continuidad es un asunto secundario y lo principal es que el domingo jugamos contra el Albacete. Cuando se acabe esto comenzaré a pensar en despertar".
"Despertar", repite De Pedro, que desde 1989 juega con la camiseta realista, un sueño que alimentó durante su infancia en el barrio de El Antiguo, enclave selecto del viejo San Sebastián. Ahora debe comenzar a desterrar sentimentalismos y pensar en irse a otro club, en otra Liga preferiblemente. Nada de sueños. "Espero encontrar un equipo con el que no tenga que enfrentarme a la Real", comenta. Tal vez el Southampton, o el Newcastle, ambos ingleses, que manifestaron su interés el verano pasado, aunque fuentes de la Real niegan "contactos directos", de institución a institución.
Y ya se sabe que, si en el fútbol hay poesía, la tienen los jugadores. A los presidentes y a los tecnócratas les queda la intendencia. O los comunicados oficiales, como el que emitió el club de Donosti ayer al mediodía: "La Real Sociedad de fútbol ha comunicado a Javier De Pedro la decisión de no ofrecerle la renovación de su actual contrato (...). La Real Sociedad ha querido que el propio jugador fuera el primero en conocer la decisión adoptada y así se lo ha hecho saber en el día de hoy. Así mismo, la Real Sociedad ha comunicado a De Pedro que al finalizar la temporada le impondrá la insignia de oro y brillantes de la entidad, máxima distinción del club, por sus más de diez temporadas en el primer equipo profesional. La Real Sociedad mantiene su total confianza en la profesionalidad de Javier De Pedro para afrontar los meses de competición que restan hasta final de temporada. El Director Deportivo del club, Roberto Olabe, ofrecerá una rueda de prensa en Zubieta el próximo lunes, día 1 de marzo, a partir de las 10:00".
Quizá conmovido por la insignia que le prometen, De Pedro saludó el comunicado oficial recitando una despedida sin resentimientos, como si cantara California, de su amigo el músico Mikel Erentxun, muy por lo bajo y sin perder la ingenuidad socarrona que le ataba a su club: "Despiértame en California / despídeme de las sombras que hubo en mí".
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