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Crónica:FÚTBOL | Ida de los dieciseisavos de final de la Copa de la UEFA
Crónica
Texto informativo con interpretación

Ronaldinho deja su sello

El Barça cansa al Brondby en el primer tiempo y le abate en el segundo con relativa sencillez

Àngels Piñol

Ronaldinho, una vez más, llegó justo a tiempo para resolverle la vida al Barça en un partido tan helado como el que hubo anoche en Copenhague. Pero al brasileño parece no importarle ni el calor ni el frío ni el torneo ni el rival que tenga delante. La junta le fichó para que desequilibrara y cumple con creces. Ante el brioso equipo de Laudrup, los azulgrana estuvieron muy lejos en Dinamarca de mostrar en su vuelta europea la autoridad mostrada últimamente en la Liga. Firme en defensa, se perdió arriba sin convicción cada vez que buscó el gol. Pero todo cambió cuando apareció Ronaldinho, que añadió un eslabón más a su fantástico repertorio de goles: chutó una falta que provocó él mismo, la madera le repelió y cogió el rebote para clavarlo luego en la escuadra ante las narices de Zaza. La grada se quedó estupefacta. La victoria, la sexta consecutiva del equipo, supone tener un pie en los octavos de final de la UEFA, el único título al que puede aspirar el Barça esta temporada después de perder la Copa del Rey.

01

BRONDBY

BARCELONA

Brondby: Zaza; Skarbalius, Per Nielsen, Johansen, Sennels; Jacobson, Wieghorst (Zimling, m.70); Kamper, Kahlenberg, Jonson (Absalonsen, m. 76); y Johansen.

Barcelona: Valdés; Reiziger, Oleguer, Puyol, Van Bronchkorst; Xavi, Cocu, Motta (Gerard, m.77); Luis García (Overmars, m. 67), Saviola y Ronaldinho (Iniesta, m.83).

Gol: 0-1. M.52. Fatla que saca Ronaldinho, la pelota pega en el travesaño, un zaguero rechaza de cabeza y el propio brasileño remata desde el vértice izquierdo del área.

Árbitro: Frank de Bleeckere. Bélgica. Mostró la tarjeta amarilla a Skarbalius, Ronaldinho, Johansen y Gerard.

Estadio Brondby. Lleno: 26.000 espectadores.

Quizá fue el frío o el cambio de competición. Pero el Barça tardó un mundo en entonarse e imponer su jerarquía ante el líder danés, que volvía ayer a disputar un encuentro tras el parón invernal. Pudo golear al final pero le costó largo tiempo llegar con peligro al área de Zaza, muy seguro y mejor protegido por su sólida defensa. Los azulgrana dominaron el tiempo del partido, pero el balón, que iba muy rápido, les resbaló como un pez. Ronaldinho, a quien sólo le faltaba llevar un gorro para guarecerse del frío, se lució con un par de enormes asistencias para Saviola y Luis García, pero ambos se hicieron un lío. O fue por querer hacerlo demasiado bonito o por estar demasiado juntos. El pibito, muy solo arriba, se peleó contra una muralla. Todas las llegadas acaron en nada. La fortuna azulgrana es que el Brondby tampoco estaba para demasiados trotes. Y encima tampoco pudo contar con Folggest, su mejor delantero, lesionado. Se contentó con presionar y con los remates lejanos de Kamper. Pero la defensa del Barça estuvo otra vez impecable. La pareja formada por Puyol y Oleguer, que sustituyó al lesionado Márquez, no dejó pasar ni una. Falto de gas, el Barça, con pocas ideas y poca imaginación, recurrió al contragolpe, pero Ronaldinho no culminaba.

Laudrup logró tras el descanso lo que pretendía: que sus jugadores perdieran el miedo al Barça. Y el Brondy, en el arranque, lo demostró: Jacobsen estuvo a un punto de marcar de un disparo raso. Posiblemente ahí tuvo el partido. Los daneses se crecieron, empezaron a entrar por las bandas e hicieron presagiar lo peor para el Barça. Los nervios hicieron mella en los azulgrana, que perdieron la concentración, con fallos constantes en los pases. No daban ni una. Hasta que Ronaldinho se hartó e hizo de juan palomo, como dice el dicho. A su primer golazo pudo añadir un segundo. O haber aumentado la cuenta Cocu con un disparo cruzado. O Gerard, que intentó repetir el gol de Mestalla. Pero el resultado ya no se movió. Rijkaard intentó abrir el campo con Overmars, en lugar de Luis García. Y luego hizo un cambio un tanto extraño: sustituyó en los últimos minutos a Ronaldinho por Iniesta. Quizá quiso mimarlo y evitar una lesión, pero el brasileño se resistió y hasta el árbitro tuvo que empujarle. El partido se acabó con la resignación danesa y problemas en la defensa del Barça: juega el domingo en Riazor y no tiene a Márquez, lesionado. Puyol se retiró cojo.

Ronaldinho intenta superar a Jacobson.
Ronaldinho intenta superar a Jacobson.ASSOCIATED PRESS

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