No es Trillo todo lo que reluce
No sé si muchos de mis paisanos se han percatado de ello, pero Federico Trillo es diputado por Alicante desde 1989. Y no lo saben porque, fuera de las campañas electorales no acostumbra a venir por estas tierras, en la mejor tradición del diputado cunero.
En honor a la verdad si no viene más no es por holgazanería, porque él presume de trabajador y asegura que ha llegado donde ha llegado "a fuerza de codos", lo cual constituye una afirmación muy peligrosa, porque si nuestros estudiantes reciben el mensaje de que si estudias puedes llegar a ser Ministro de Defensa, seguro que se dedicarán a otras cosas. Por lo tanto, daré por bueno que si no viene por aquí no es por comodidad y, además, me consta que su absentismo se debe a que Zaplana le ha aconsejado que cuando menos venga, mejor, que para dueño del corral alicantino ya hay un cartagenero, y dos pueden ser demasiado.
El caso es que cuando viene se hace notar, y últimamente de qué manera. Un día, trayéndose a Aznar para que condecore a los soldados de la gesta de Perejil, realizada al alba y con fuerte viento de Levante. Otro día soltando en una cena de correligionarios la famosa frase que condensa su ideología reaccionaria y colonialista.
Pero estoy dispuesto a perdonarle todas esas chorradas, sólo con una condición: que se lleve de Alicante el Monumento al Soldado de Remplazo, verdadero monumento a la cutrez con que nos ha obsequiado como agradecimiento por haberle elegido diputado. Y eso sí que no tiene perdón.
Luis Berenguer es eurodiputado del PSOE.
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