Solo una cristalería
Los patronos del Centro Nacional del Vidrio, cuyos presidentes de honor son los Reyes de España, han hecho suya la frase del mayo francés del 68 "la imaginación al poder", para decidirse, por fin, sobre el regalo que realizarán al Príncipe de Asturias, Felipe de Borbón, en su enlace matrimonial con Leticia Ortiz. Ayer, Francisco Salazar-Simpson, responsable del organismo que gestiona la Real Fábrica de Cristales de La Granja (Segovia), fundada en el siglo XVIII bajo los auspicios de Carlos III, presentó el obsequio: una escultura de vidrio soplado, realizada sobre un molde natural de madera de pino de Valsaín, de más de 90 centímetros de altura, donde se mezclan el diseño moderno con la evocación a la naturaleza y al pasado de la manufactura vidriera. De esta manera, han salido al paso del compromiso, una vez que el Gobierno regional que preside Juan Vicente Herrera les hubiera pisado la idea, al haberse inclinado por obsequiar a la nueva pareja con una cristalería de 204 piezas, con el escudo de la Casa Real grabado en cada una de ellas, para 48 servicios. Ese había sido el regalo elegido por los responsables de la fábrica para las infantas Elena y Cristina en sus respectivas bodas con Jaime de Marichalar e Iñaki Urdangarín, pero ante la situación sólo les cabía la idea de regalar otro conjunto de piezas de cristal, aunque de diferente diseño, o dar rienda suelta a la creación. Al final, con la idea de que dos cristalerías dejan pequeña a cualquier casa, incluso palaciega, ha triunfado la apuesta basada en las nuevas tendencias creativas que aporta el vidrio contemporáneo.-
