Maragall llama a los catalanes a movilizarse contra la tregua de ETA

El jefe del Ejecutivo catalán, Pasqual Maragall, invitó ayer a los ciudadanos de Cataluña a "manifestar su sentimiento de asco" por la tregua parcial de ETA e incluso animó indirectamente a que se convoque una manifestación prometiendo que quien lo intente "tendrá al presidente de la Generalitat a su lado". Maragall considera que la última reestructuración de su Gobierno ha blindado el tripartito, aunque los dirigentes de izquierda estaban ayer en vilo ante un eventual nuevo episodio del caso Carod.

Maragall participó ayer en Banyeres del Penedès (Tarragona) en un homenaje al fundador del Partit dels Socialistes (PSC) y ex presidente del Parlamento catalán Joan Reventós, fallecido recientemente, e hizo un llamamiento a la sociedad catalana para que exprese su rechazo a la tregua parcial de ETA: "Pido al pueblo de Cataluña que haga evidente que está en contra del terror y que no permite que se le insulte", afirmó Maragall, quien animó a la movilización ciudadana: "Que Cataluña manifieste el sentimiento de asco", subrayó.

El equipo de Maragall ha empezado a contactar con entidades significativas de la sociedad civil catalana para exhortarles a que se manifiesten públicamente contra la tregua parcial de ETA, en la línea de los comunicados difundidos ayer por cuatro colegios profesionales. Pero Maragall querría ir incluso más allá: aunque dijo que su Gobierno no va a convocar ninguna manifestación -"nuestra obligación es gobernar", subrayó-, animó a los ciudadanos a hacerlo al subrayar que "el presidente de la Generalitat estará a su lado" si se convoca. "A los gallegos, vascos, catalanes, castellanos y andaluces no nos dividirán", remachó.

El presidente de la Generalitat espera que la reestructuración de su Gobierno, que se formalizará el lunes con el nombramiento del republicano Josep Bargalló como conseller en cap, dará carpetazo definitivo a la crisis provocada por la entrevista de Josep Lluís Carod con ETA y el anuncio posterior de una tregua de la organización terrorista sólo para Cataluña. Todos los integrantes del tripartito esperan que el nuevo diseño del Ejecutivo será el definitivo. Los cambios tienen la pretensión de blindar el Gobierno catalanista de izquierdas, aunque los dirigentes de los tres partidos siguen en vilo por si trascienden nuevos detalles de la entrevista o por si se comete algún atentado.

Fuentes del tripartito subrayan que la solución adoptada, que corta de raíz las especulaciones sobre un eventual regreso de Carod al Gobierno, vendría a ser algo así como un "cortafuegos" de protección al Ejecutivo: si aparecen nuevos episodios del caso Carod la presión se situaría, según este análisis, exclusivamente en ERC y no contaminaría al Gobierno.

Desmentido sobre Benach

Pese a ello, el tripartito esperaba con preocupación la anunciada entrevista para hoy de Gara a la cúpula de ETA. Y ayer, el hombre fuerte de ERC, Joan Puigcercós, tuvo que desmentir "rotundamente" que el presidente del Parlament, el republicano Ernest Benach, hubiera acompañado a Carod en Perpiñán a su entrevista con ETA. El rumor había circulado desde que trascendió la entrevista, pero ayer se reactivó y encendió de nuevo la luz roja en todos los partidos que apoyan al Ejecutivo. Hasta que Puigcercós comparó su divulgación con la "Santa Inquisición".

El nuevo conseller en cap, Josep Bargalló, se estrenó ayer augurando el retorno del líder de su partido al Gobierno, pero en 2007 y como presidente de la Generalitat. Durante una visita a Badalona, afirmó: "Carod tiene la intención de volver al Gobierno catalán cuando, en unas próximas elecciones al Parlament de Cataluña, ERC las gane y pueda ser presidente de la Generalitat", informa Cristina Perales.

El augurio de Bargalló contenta por igual a sus socios de gobierno y a su partido. A los primeros, porque vuelve a poner de manifiesto que Carod no regresará al Gobierno en toda la legislatura pese a la pretensión inicial del secretario general de ERC de regresar por la puerta grande tras las generales del 14-M.

Y dentro de Esquerra buscan devolver la moral a su alicaído líder y a sus seguidores con el argumento de que los sacrificios de ahora darán sus frutos dentro de cuatro años. Para los sectores de ERC críticos con su secretario general, el augurio de Bargalló no les supone ninguna incomodidad: en política, dicen, cuatro años son una eternidad.

Convergència i Unió (CiU) y el Partido Popular (PP) coincidieron ayer en su análisis de que la crisis del tripartito dista mucho de estar cerrada. El presidente del PP catalán, Josep Piqué, dijo que "la crisis justo ahora comienza porque las personas desleales no lo son sólo un rato". En una entrevista a la agencia Efe, el líder de CiU, Artur Mas, ofreció a Maragall "una segunda llave" para que no dependa de Esquerra. "Mientras los dirigentes de ERC tengan la única llave de la estabilidad no habrá una buena salida a la crisis".

La cúpula de CiU ha buscado en las últimas semanas el apoyo de influyentes empresarios para forzar que Esquerra deje el Gobierno (véase EL PAÍS de ayer), una posibilidad que ayer Maragall volvió a descartar. El presidente de la Generalitat aseguró que los empresarios están "absolutamente al lado" del Gobierno catalán y acusó a CiU de "colgarse de sus faldas" para intentar presionar al Ejecutivo.