Estreno de nombres

Sobre el artículo de los nuevos nombres de las carreteras tan sólo comentarles que en el caso de la recién denominada M-23, se trata sólo de eso, de un estreno de nombre, porque la carretera existía, no es nueva; lo que sucede es que nuestro ministerio la ha entregado sin nada a cambio para su explotación por la R-3.

Antes era la N-100 y permitía no sólo enlazar la M-40 con la M-30; también permitía salir y entrar a través de ella a todos los vecinos de San Blas, Vicálvaro y Moratalaz. Ahora se llamará M-23 y queda restringida para uso libre por los vecinos, quedando la mayoría de los carriles para el uso de la R-3 y eliminando unos accesos importantes que, por mucho que se empeñen los señores del Ministerio de Fomento, no han sido sustituidos.

No han sustituido la avenida de Daroca, no han sustituido el acceso a la altura de Fuente Carrantona y han reducido considerablemente la circulación desde Fuente Carrantona a la M-30 a un solo carril por más de un kilómetro. Gracias a esta reordenación de carreteras (R-3 y M-23), las calles de nuestros barrios se han convertido en vías de tránsito de camiones y de un gran número de coches; al menos han tenido la consideración de no reemplazar sus nombres por números.