Una zapatería estafa a decenas de malagueños al copiar sus tarjetas de crédito

Fueron de rebajas y acabaron con sus tarjetas de crédito saqueadas. Es la última estafa descubierta en Málaga. Unos individuos abrieron una zapatería hace dos meses en una céntrica avenida de la capital malagueña, en una buena zona comercial. El reclamo, las rebajas de enero; y el nombre del establecimiento, Dream Shop.

Durante ese tiempo acumularon los datos de las cuentas de los clientes que pagaron sus zapatos con tarjeta de crédito. En algunos casos, los falsos vendedores de zapatos consiguieron los códigos secretos. El pasado fin de semana dieron cerrojazo al establecimiento y sus propietarios desaparecieron. El lunes, la tienda estaba cerrada y comenzó el rosario de malagueños que acudieron a distintas comisarías de la capital al comprobar que sus cuentas corrientes habían sido saqueadas entre el sábado y el domingo.

La policía desconoce el montante de la estafa, pero admite que hay al menos una veintena de afectados que han presentado denuncias. Fuentes de la policía reconocen que hay muchas más víctimas.

El desfalco se ha realizado a través de compras con duplicados de tarjetas e incluso por medio de retirada de efectivos, lo que indica que, en algunos casos, se hicieron incluso con los números secretos. Algunas de las víctimas, que se acercaron ayer al establecimiento, relataron que habían extraído de sus cuentas cantidades que oscilaban entre los 200 y los 15.000 euros.

El grupo de delincuencia económica de la comisaría de Málaga sospecha que los estafadores son dos individuos de nacionalidad italiana, por lo que ha iniciado contactos con la Interpol en este país para lograr su identificación. Los investigadores disponen de imágenes grabadas de los presuntos estafadores por varias cámaras de seguridad de establecimientos donde realizaron compras. Los clientes recordaban ayer que la forma de venta en el local no era usual. Las bolsas que entregaban con los zapatos no tenían nombre, el establecimiento no disponía de caja registradora y el pago se hacía con un recibo, sin que quedara registrado.