¿Nuevas esperanzas?
Finalizó la legislatura con importantes asuntos sin resolver, que representan problemas que preocupan a la gente. Hasta el día 12 de marzo, cuando finaliza la campaña electoral, volveremos a escuchar antiguas promesas recogidas en nuevos programas electorales, junto a otras que podrían ser ilusionantes si fueran más realistas.
Piensen los políticos que la defensa del interés general debería ser su objetivo prioritario y que lo que el ciudadano espera es que todo marche lo mejor posible y, sobre todo, recibir menos dosis de demagogia, falsas promesas, menos discursos doctrinarios y que la verdad no sea tan manipulada en algunos medios de difusión.Por desgracia, no abundan las grandes ideas ni sobresalen propuestas imaginativas, y no es el brillo de la genialidad de la vida política el que llega a deslumbrar. Sin hacernos muchas ilusiones, esperemos que no se pierda el respeto ni las formas para que los ciudadanos no salgamos, una vez más, defraudados.