Un recién nacido muere de frío al ser abandonado en una calle de la capital
El niño estaba desnudo en una caja de cartón
Nada pudieron hacer por salvarlo. Un bebé varón de apenas una hora de vida falleció ayer camino del hospital Clínico de San Carlos. Un operario del servicio de limpieza lo halló abandonado en una bolsa, en el interior de una caja, en el paseo del Rey (distrito de Moncloa), poco antes de las ocho de la mañana. El niño, que tenía el cordón umbilical atado de forma rudimentaria con un hilo grueso, presentaba parada cardiorrespiratoria e hipotermia cuando llegó el Samur-Protección Civil. A falta de la autopsia, todo indica que el frío pudo ser el causante de la muerte.
Aún no eran las ocho de la mañana cuando Sergio, un empleado de la empresa Urbaser, que se encarga de la limpieza viaria en el distrito, se bajó de su furgoneta para recoger una caja de un gran centro comercial, que estaba en un alcorque del paseo del Rey. "La caja estaba húmeda. Se rompió... y cayó algo al suelo", recuerda Francisco Torres, el compañero al que avisó el operario que descubrió al bebé.
"Sergio no sabía al principio lo que era. Cuando se dio cuenta de que se trataba de un niño no acertó a conectar el teléfono móvil, avisó por la emisora y desde aquí se requirió al servicio de Emergencias". "Dijo que le parecía que estaba muerto", relata Francisco. Sergio le comentó a su compañero que el bebé estaba en posición fetal, con un dedo metido en la boca, "como un muñeco", y que tenía una manta empapada en sangre y líquido amniótico.
El niño no llevaba más prenda de abrigo ni pañal. La manta sólo lo cubría parcialmente. En ese momento, los termómetros marcaban apenas cuatro grados. Cuando fue descubierto presentaba parada cardiorrespiratoria e hipotermia, según informaron fuentes del Samur. Los médicos que lo atendieron trataron de reanimarle y lo intubaron, pero murió en el trayecto hacia el hospital. Aunque todavía no se le ha practicado la autopsia, fuentes médicas indicaron que las bajas temperaturas pudieron provocarle la muerte.
El bebé, un varón "de aspecto aparentemente sano, pero sin ningún rasgo que permita identificar su nacionalidad", según el Samur, tenía el cordón umbilical cortado y atado con un hilo grueso, similar a la lana.No era la pinza hospitalaria que le ponen a los niños cuando nacen. La policía desconoce dónde alumbró la madre.
Zona poco transitada
La zona donde fue abandonado el chiquillo -un alcorque situado en la acera de enfrente a un edificio de los servicios médicos de Renfe- es un lugar poco transitado, a excepción de los que acuden al centro municipal de acogida San Isidro y sus empleados, así como los trabajadores de Renfe. Hay muy pocas viviendas, puesto que está situado en la parte posterior de la estación de Príncipe Pío.
Los vecinos de la zona estaban ayer desconcertados. Nadie había visto nada ni sabía cómo se habían sucedido los acontecimientos: "No nos podemos creer que alguien sea capaz de hacer algo así. Hay gente que no tiene corazón", decía una pareja que pernocta en el albergue. "Las embarazadas saben que pueden ir a las monjitas y que ellas les ayudan; no se por qué hacen eso", añadía una mujer. "Yo he tenido seis hijos -decía otro residente-, y por mí me lo hubiera quedado, ¡qué pena!".
En el albergue San Isidro residen actualmente 266 personas, entre ellas 83 mujeres. Sólo dos de éstas están encinta, por lo que descartan que la madre del recién nacido abandonado pudiera dirigirse hacia el centro. "Una de las dos está [emba-razada] de pocos meses; y la otra, que está próxima a dar a luz, ha llegado esta tarde con el niño en su vientre", indicaron.
Un conserje del albergue que entró a trabajar poco antes del hallazgo del niño cree que el bebé fue abandonado unos minutos antes: "Yo pasé por allí a las 7.30, y no había nada. Cuando volví a las 7.55, ya estaba la policía y la ambulancia".
La adjunta al Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid, Carmen González, aseguró que la muerte del bebé "es terrible y produce una conmoción social tremenda", según informa Europa Press. Sobre las circunstancias que pudieron llevar a la madre a abandonar a su hijo, González aseguró que quizá se deba a una situación desesperada, "así como a una falta de información y desconocimiento de los mecanismos que existen en España para que ningún niño quede desprotegido". Pero aseguró que "nadie piense que por no poder hacerse cargo de un niño no va a tener ningún tipo de responsabilidad".
La adjunta al Defensor del Menor recordó que desde hace varios años se ha producido "un rebrote de los abandonos de recién nacidos". Según González, este hecho puede deberse a que están cambiando determinadas circunstancias y a que "hay familias con dificultad de integración".
La policía carece de indicios que puedan determinar quién es la madre del recién nacido y está tratando de localizarla. El grupo VI de Homicidios de la brigada de la Policía Judicial es quien se ha hecho cargo de las investigaciones.
Un caso repetido
No es la primera vez que un recién nacido es abandonado en las calles de la Comunidad de Madrid. Los dos últimos casos datan de agosto pasado. El día 17, en un plazo de una hora fueron halladas dos niñas de tres y siete días en las calles de Licenciado Vidrieras (Puente de Vallecas) y Hortaleza (Centro). Ambas se encontraban en buen estado.
El 22 de marzo de 2003, una enfermera de Pozuelo de Alarcón encontró en la puerta de su chalé a una niña recién nacida. La pequeña, con rasgos occidentales, aún sangraba por el cordón umbilical.
El 3 de febrero de 2002 un niño falleció asfixiado en Alcobendas, después de que su madre lo arrojara a un contenedor metálico de recogida de basuras poco después de haberlo alumbrado. Media hora después intentó recuperarlo, pero no lo consiguió porque el contenedor sólo se abre por la parte de abajo.
Uno de los casos más impactantes lo protagonizó la ecuatoriana Felicitas Melva C. C., quien abandonó el 11 de noviembre de 2000 en una bolsa de plástico a su hija recién nacida. Según ella, el bebé nació muerto. Explicó que se puso de parto cuando iba camino de una iglesia para dar a luz allí y encontrar a alguien que le pudiera criar. El cadáver de la niña fue hallado por la policía en el parque del Retiro.
En la urbanización Parque Conde de Orgaz (Hortaleza) dejaron abandonado en la acera a un bebé de 10 días, en julio de 2000. El niño tenía un buen estado de salud. El primero de diciembre de 1999, una joven de 18 años dejó en un descampado del distrito de Tetuán al pequeño que había traído al mundo horas antes. Lo envolvió en una bolsa de plástico y lo abandonó junto a un coche. Una vecina que paseaba con su perro lo descubrió y lo llevó a la comisaría del distrito de Tetuán, donde dos agentes y la encargada de la limpieza le cortaron el cordón. La policía encontró a la madre, María Belén P. T, que se arrepintió de su comportamiento y llegó a visitar al niño en el centro de acogida.
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