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Dos millones de visitantes del Fòrum verán los guerreros chinos

20 de los célebres soldados de terracota se exhibirán entre un conjunto de 140 obras

Un pelotón de 20 soldados del inmenso ejército de terracota -8.000 efectivos, toda una división- con el que se hizo enterrar el príncipe Zheng de Quin, el primer emperador (shi huangdi) de China, es el gran reclamo de la exposición Guerreros de Xian, una de las principales del Fòrum, con una previsión de visitas de dos millones de personas. Los excepcionales soldados estarán arropados por un centenar y medio de obras de las dinastías Quin y Han.

Si los soldados de Napoleón llevaban en sus macutos bastones de mariscal, los guerreros de terracota chinos son portadores de una de las grandes aventuras de la arqueología moderna. Desde que en 1974 un campesino chino descubriera accidentalmente cavando una zanja cerca de Xian el primero de los viejos militares esculpidos, el mundo no ha dejado de asombrarse ante la magnitud de lo que el Primer Emperador enterró consigo hace más de 2.000 años. Metidos en largas trincheras, en formación de combate, listos para pasar una eterna revista, aparecieron en distintas fases de excavación infantería, caballería, carros de guerra y hasta la plana mayor. El silencioso ejército subterráneo, a tamaño natural, se extendía alrededor del monte Li (47 metros en la actualidad), el túmulo que cubre la tumba del emperador y que aún no ha sido excavado por falta de medios aunque las catas realizadas prueban que ahí está el enterramiento, quizá un modelo reducido de la capital del reino.

Finalmente, tras arduas negociaciones para incrementar el número de efectivos, serán 13 soldados de a pie -incluido algún oficial-, tres sirvientes, dos guerreros agachados que parecen estar pescando y un arquero de rodillas los representantes del famoso ejército de terracota en el Fòrum. Les acompañarán en la exposición cerca de medio centenar y medio de otras piezas, entre ellas soldados Han (mucho más pequeñitos). Los organizadores sostienen que China no deja viajar grupos de más de 20 guerreros de Xian.

La exhibición, que ocupará un espacio de 1.200 metros cuadrados en uno de los muelles del nuevo puerto de Sant Adrià (Moll de la Pau), ha podido verse antes en Hong Kong bajo el epígrafe de Guerra y paz, en referencia al paso de la breve dinastía Quin (221 antes de Cristo-207 a. C.), de ecos siniestros por su belicosidad y su extremado rigor penal (recuérdese la famosa Quema de Libros que sólo respetó los tratados de medicina, agricultura y adivinación), a la más estable Han (206 a. C.-22 d. C.), los romanos de la historia china. Este discurso, expresado en la contundente presencia de soldados y armas Quin y las más abundantes imágenes plácidas Han (funcionarios, figuras de animales domésticos, inciensarios), interesa al Fòrum, según expresó ayer la directora del exposiciones del mismo, Imma Mora. La exposición estará abierta ininterrumpidamente de las 11.00 a las 0.30 horas durante 141 días y se calcula que la visitarán unas 1.000 personas cada hora, en grupos de 250. A la entrada, un impactante audiovisual introductorio de ocho minutos, con guión de la eminente sinóloga Dolors Folch y realización de Mariona Omedes, recreará el hallazgo de los guerreros y tratará de explicar las características básicas de la antigua civilización china durante las dos dinastías. Al acabar, se alzará la pantalla para mostrar el espacio expositivo, obra de Julia Schulz-Dornburg y Joan Pons, que recrea la magia de una excavación arqueológica y evoca -mostrándolos alineados y hundidos en pequeños fosos- la disposición original de los soldados del emperador. En los laterales de la sala se agrupararán por temas el resto de los objetos. Un juego de espejos tratará, multiplicando el contingente, de sugerir la enorme riqueza del conjunto original del ejército de terracota.

El objetivo de la exposición es llegar a un público muy amplio, ofreciendo unas pautas mínimas de la civilización china y centrándose sobre todo en el interés estético de lo que son unas obras de arte de valor incalculable. La exposición, que cuesta un total de algo más de tres millones de euros -todo un pelotón de élite-, la ha adquirido el Fòrum por seis meses con opción de prórroga para llevarla a otras ciudades españolas que puedan estar interesadas (podrían ser Madrid, Valencia y Álava).

Los soldados de terracota viajarán en camión de Xian a Shangai y sólo entonces se hará responsable de ellos el Fòrum. Imma Mora explicó ayer que por su parte los chinos han mostrado cierta alarma ante el hecho de que el espacio que ha de albergar a los soldados de terracota sea de nueva planta y esté junto al mar.

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