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Entrevista:AMEDEO CARBONI | Defensa del Valencia | FÚTBOL | El jugador más veterano de la Liga, ante una semana muy relevante para el título

"Figo ya no me encara tanto; conoce mis fuerzas"

Amedeo Carboni, que cumple 39 años en abril, encarna el espíritu guerrero del Valencia, ambicioso y humilde, que se resiste a doblegarse ante el glamour del Madrid, al que visita la próxima jornada.

Pregunta. ¿Cómo era a los 18 años en el Arezzo?

Respuesta. Arrigo Sacchi, mi técnico en el filial del Fiorentina, me decía que podría haber sido velocista. Iba más rápido que el balón.

P. A Sacchi lo acusan de haber llevado al calcio a la ruina por su tacticismo.

R. No lo creo. En el mundo se recuerda el Milan de Sacchi, no el de Capello, que ha ganado más.

P. ¿Qué siente cuando le ganan una carrera?

R. Mucha rabia.

P. ¿Qué extremo le ha dado más problemas?

R. Rufete, es una lucha continua en los entrenamientos.

"Los rivales no se atreven a llamarme abuelo. (...) Los más sucios son los que escupen"

P. ¿Y el más rápido?

R. Carew, Fernando Sales... y Joaquín después de los cinco primeros metros.

P. Mira atrás y ¿cuál es el momento más feliz?

R. Cuando, por ejemplo, le ganamos 6-0 al Madrid

[en las semifinales de Copa de 1999] y mi padre, que estaba en Valencia, me esperaba en casa llorando de felicidad.

P. Su padre no tiene nada que ver con el fútbol.

R. No. Teníamos mucha tierra. Somos de un pueblo, Quarata, a seis kilómetros de Arezzo. Hasta los 12 años, cuando regresaba del cole, debía ayudar en el campo. Era muy duro e ingrato.

P. ¿Su larga vida futbolística se debe a algo genético?

R. Puede ser, mi padre tiene 83 años y está muy en forma.

P. ¿Le llaman abuelo los rivales?

R. No, no se atreven. De broma, sí, todos mis compañeros.

P. ¿Qué añora de su juventud?

R. Nada de la vida deportiva, pero sí de la personal: antes no era tan peligroso estar en la calle. Si mis hijas [tiene cuatro] están fuera unas horas, estoy intranquilo.

P. ¿Ha tenido lesiones graves?

R. Dos. Me rompí el ligamento cruzado anterior de la rodilla, y me perdí el Mundial de EE UU 94. Luego, el tendón de Aquiles, el año que vine aquí, y me perdí el Mundial de Francia 98.

P. A su edad, ¿no se le hace pesado entrenarse?

R. No. Es mi vida. Es como ir al periódico todos los días.

P. ¿Y disfruta en los partidos?

R. Sólo si ganas 1-6 como en Málaga. Pero normalmente no.Se vive con mucha tensión. La mente está muy centrada en tus movimientos y en los del rival.

P. Da la impresión de que le gusta tener fama de duro.

R. No, pero a lo mejor lo soy.

P. Ante Osasuna perdió los papeles al pisar a Pablo García.

R. No perdí ningún papel, lo tenía previsto. Era el minuto 90 y no iba a arreglar yo ese partido. No me gusta este jugador, me había hecho algo en otro partido y cuando suelo prometer, normalmente cumplo. Si no es hoy, otro día. El mundo es un círculo.

P. Pero eso es una vendetta.

R. No, se lo había prometido y ya está. Si uno te cae mal, te cae mal.

P. ¿En Italia era tan duro?

R. No, en Italia sólo me han expulsado dos veces en 10 años. Aquí 11.

P. ¿Quiénes son los jugadores más sucios?

R. Los que escupen. Hay uno en España, pero sigue jugando y no lo quiero decir. Prefiero que me den un puñetazo cara a cara.

P. ¿El mejor entrenador?

R. En lo humano Carlo Mazzone [ahora en el Bolonia]. Parece que te va a pegar, pero te abre el corazón. En España, con Ranieri compartí la filosofía de juego. Y de Cúper destacaría lo buena persona que es.

P. ¿Cómo interpreta su última derrota en el Bernabéu [3-0 en la Copa]?

R. No buscamos el límite de nuestro equipo. Debemos jugar más arriba, en su mitad de campo. Yo ante el Madrid, siempre jugaría al ataque, sin dejarle salir.

P. Pero así Ronaldo les puede matar a la contra.

R. Nos ha matado estando todos atrás. En el Bernabéu nos faltó convicción para rematarlos.

P. Debutó en España marcando a Figo. ¿Cómo ha cambiado?

R. Él antes encaraba más. Ahora cambia de zona o se va al centro. También porque conoce mis fuerzas. Es un duelo entre dos personas que se respetan.

P. ¿Ronaldo?

R. Dentro del campo vive otro mundo. Nunca se enfada, nunca pide la pelota, nunca lo ven... Parece que no le interesa nada. Sólo lo parece. Su regreso es una alegría para el fútbol.

P. ¿Le ha sorprendido Beckham?

R. Mucho, y al Real Madrid creo que también. Está dándole mucho más de lo que esperaban. No sólo son sus centros de 30 metros desde la banda como hacía en el Manchester.

P. ¿Cómo es la presión en el Bernabéu?

R. La presión es para los jóvenes y para el árbitro, que humanamente se deja influir. Es psicológico. Pasa lo mismo en Italia, aunque allí está más repartido entre la Juve, el Milan, el Inter y un poco el Roma.

P. ¿Cómo está el Valencia?

R. Tenemos el mejor equipo de la Liga. Estamos convencidos de poder ganarla. Hace dos años, el único convencido al principio fue el entrenador [Rafa Benítez]. Ahora, todos.

P. Este equipo lleva cinco años arriba.

R. Ranieri le dio la impronta, con la Copa del Rey de 1999. Y después los veteranos que han pasado son gente muy inteligente que venía de haberse sentido marginada, y quería demostrar algo: Ayala, Angloma, Djukic, Pellegrino, Milla...

P. Cuando dejó el Roma, puso una página de publicidad en La Reppublica agradeciendo a los tifosi. ¿Lo repetirá aquí?

R. No. En Roma, un futbolista un día puede ser más famoso que el Papa, y al siguiente no puede salir de su casa porque están fuera gritándole.

P. ¿Y en Valencia?

R. Aquí, el futbolista es más responsable de lo que pasa en el campo, porque cuando pierde no hay una tensión tan fea.

P. Antes se decía que los jugadores del Valencia vivían acomodados. Ahora no. ¿Por qué?

R. Porque somos futbolistas con mucha experiencia que sabemos que este ambiente tan bueno no es fácil encontrarlo en toda Europa. Hay un espíritu de ambición y de humildad. La humildad para reconocer que siempre hay alguien mejor que tú; y la ambición para creer que como equipo somos los mejores.

P. Parece estar disfrutando mucho de la vida estos años.

R. Tanto que los días me están pasando muy rápido.

P. ¿Y su afición a la vela?

R. En Arezzo no tenemos mar, pero de pequeño sí íbamos al río Arno y construíamos barcos de leños. Soy bastante curioso: cuando me presentan algo, me gusta conocerlo más a fondo.

P. ¿Estudia algo?

R. Hay un curso de managers deportivos para futbolistas en una universidad italiana, pero de momento no puedo hacerlo.

P. ¿Cómo se ve con 40 años?

R. Parece que seguiré andando detrás de algún contrario.

Carboni, durante una entrevista.
Carboni, durante una entrevista.JOSÉ JORDÁN

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