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Tribuna:POLÉMICA SOBRE LA CANDIDATURA MALAGUEÑA
Tribuna
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Málaga cultural o la sinrazón de Francisco de la Torre

Por encima de un emblema, ostentar la sede de Capital Cultural de Europa durante un año comporta mucho más que el simple deseo de serlo. Comporta, como bien se recoge en el Diario Oficial de las Comunidades Europeas, tener un proyecto cultural coherente y maduro, consecuencia de una dilatada apuesta, así como cumplir con un conjunto de requisitos que garanticen el prestigio de tan alto designio.

Estoy convencida de que Málaga puede ser un referente cultural de Europa. El amplio elenco de artistas universales que han tenido a Málaga como cuna o inspiración le dan crédito suficiente para ello. Si en la memoria colectiva hay un nombre, Picasso, que representa a nuestra ciudad en el mundo artístico, hay otros muchos pintores, literatos, actores, músicos, cineastas, escultores, que han contribuido decididamente a la cultura europea y a prestigiar mundialmente esta tierra.

Pero no menos importante es el hecho de contar con un espacio temático único, cargado de mediterraneidad por sus tres costados y capaz de acoger los más diversos y grandiosos eventos culturales. El triángulo que tiene como vértices las plazas de la Marina, Torrijos y La Merced encierra todos los elementos esenciales para comprender la historia, la cultura, la ciudad y la idiosincracia de la naturaleza mediterránea. Un gran escenario pendiente tan sólo de cargarse de vida y de un mestizaje enriquecedor, cuyo fermento debe ser la cultura y la conveniencia de representar un gran ágora, el lugar por excelencia donde espacio y persona se hacen inseparables.

Estas son nuestras fortalezas, grandes y sólidas como es todo lo que construye la historia. Pero a pesar de su grandeza y solidez, existen debilidades para ponerlas en valor y que tengan la trascendencia para dar carta de naturalidad a la propuesta de capitalidad europea.

El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) propuso en 1999 que se presentara la candidatura de nuestra ciudad para 2006, coincidiendo con el ciento veinticinco aniversario del nacimiento de Pablo Ruiz Picasso. Un elemento focal de carácter universal, más aún cuando gracias a la decidida apuesta de la Junta de Andalucía se iba a disponer de una importante infraestructura museística para dar cabida a la obra del pintor. La capitalidad cultural suponía entonces centrar la mirada de todo el mundo hacia la vinculación de Málaga y Picasso y con ello consolidar a Málaga como referente internacional de la pintura del siglo XX. Para ello había que dinamizar el entorno e incorporar nuevos espacios pictóricos, sin ir más lejos un Palacio de la Aduana, cien por cien malagueño, que albergara una de las más importantes colecciones de finales del XIX, elemento básico para entender a Picasso.

Aún no he llegado a comprender si fue la prepotencia de quienes entienden que regir un Ayuntamiento es sólo cosa de los que ostentan la mayoría y desprecian las propuestas de la oposición; o tal vez, primero Villalobos y luego De la Torre no quisieron enfrentarse a los dirigentes de la política cultural del Gobierno del PP en Madrid en temas de indiscutible importancia para Málaga como es la cuestión patrimonial. La cuestión es que el mandato del pleno para iniciar los trabajos de presentación de la candidatura fue incumplido por De la Torre. Pero peor aún: en su discurso de investidura para esta legislatura, De la Torre, tal vez por su conciencia intranquila, prometió que urgentemente se pondría en marcha una Comisión para la organización del 125 aniversario de Picasso. Sin embargo, nada más se supo.

La propuesta realizada ahora de presentar la candidatura de capitalidad cultural no deja de ser más que otro brindis al sol, hecha en un club privado y sin más papeles que los del propio discurso. La puesta en escena tan sólo evidencia dos razones: la falta de proyectos de ciudad y un argumento más para la confrontación, forma básica de gobernar de los que no gustan de comprometerse o de tomar decisiones, como es el caso del señor De la Torre.

Creo que Málaga tiene suficientes potencialidades para ser una de las capitales culturales de Europa, y no sólo por un año. Mi compromiso personal y político será total con este proyecto y mi disponibilidad será absoluta para trabajar con cuantos colectivos ciudadanos y personas interesadas estén dispuestas a manifestar su interés para que Málaga se consolide como ciudad de especial relevancia cultural en Europa y que pueda ostentar su capitalidad en 2016.

Marisa Bustinduy es portavoz del Grupo Socialista en el Ayuntamiento de Málaga.

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