Guitarra cantaora

Gran guitarra la de Pepe Habichuela. Siempre lo es, pero cuando redondea un concierto de la entidad del que ofreció en Clamores, remonta el vuelo a alturas que ya ni se sabe. Es, evidentemente, el más músico de los Habichuela, el que ha sabido trascender con mayor eficacia la pura expresión flamenca para crear un lenguaje musical más rico, más asimilable por oídos no necesariamente habituados al sonido jondo.

Guitarra cantaora, sí, como acertadamente dijo Antonio Benamargo en la presentación. Los Habichuela crecieron en el arte alrededor del cante, y el cante será siempre para ellos referencia ineludible. Lo fue en todo lo que hizo Pepe en este concierto, aun en los temas en que le acompañó el grupo en pleno para el logro de una definitiva brillantez. Un grupo espléndido, que cerró el concierto arrebatando literalmente al público.

Sin embargo, me gustó más la parte en que Habichuela se quedó a solas con los percusionistas, secundado por esos dos fenómenos que son Nono Carmona y Bandolero.

Y al final hubo una estupenda fiesta, con artistas que estaban en la sala y a los que Habichuela invitó. Subieron unos cuantos: Paquete, Montoyita, Salomé Pavón, Amparo... El son buleariero impuso su ley, con todo el gozo del mundo.