El juez Garzón concluye el sumario contra Gestoras pro Amnistía

El juez Baltasar Garzón concluyó ayer el sumario contra Gestoras pro Amnistía y su sucesora Askatasuna, organizaciones del entorno de ETA de apoyo a los presos de la banda. La causa, en la que figuran 28 procesados por delitos de pertenencia o colaboración con banda armada, ha sido elevada a la Sección Cuarta de la Audiencia Nacional para que tramite la fase de plenario y juicio oral.

Éste es el tercer sumario que se concluye y se eleva a la Sala de lo Penal de la Audiencia contra organizaciones de la izquierda abertzale. El pasado mes de julio, Garzón cerró la investigación del sumario 18/98 con 61 procesados, presuntos integrantes del aparato político de ETA, es decir, KAS y la organización que le sucedió, Ekin; el entramado mediático, con el diario Egin, la emisora Egin Irratia y la revista Ardi Beltza; la red internacional , con la estructura Xaki, y la trama de desobediencia civil, con la Fundación Josemi Zumalabe.

También a finales de julio de 2003, el magistrado concluyó el sumario contra las organizaciones juveniles del entorno etarra, Jarrai, Haika y Segi, responsables en gran medida de la lucha callejera o kale borroka, ordenada, según Garzón, desde la dirección de ETA.

Ahora, concluye el proceso contra Gestoras y Askatasuna, en el que figuran como principales procesados Juan María Olano, Gorka Zulaika, Juan Antonio Madariaga Erezuma y Mikel Sarasqueta, entre otros.

Las citadas organizaciones, según el magistrado, ejercen el control del colectivo de presos de ETA, enlazando y comunicando, a sus integrantes y sus responsables a través de algunos abogados de su bufete. Garantizan la cohesión interna y la sumisión a la disciplina del colectivo. También marcan objetivos a ETA y financian a los presos.

Por otro lado, el juez Garzón confirmó en México que el etarra Otxoantesana compró en ese país 180 temporizadores, algunos de los cuales fueron utilizados en artefactos colocados por la banda. Los temporizadores eran modificados en México para evitar que fueran desactivados y facilitar su manejo por los etarras.